JOHN IRVING
Avenida de los misterios (TUSQUETS) 637 páginas
No hay ninguna duda: John Irving (Exeter, 1942) es uno de los mejores escritores estadounidenses vivos. Algunas de sus novelas quedarán en la historia de la literatura norteamericana: El mundo según Garp, El hotel New Hampsire, Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra, Oración por Owen o Una mujer difícil. Volcánico y a la vez preciso, ha sabido contar la historia de su país a través de gente ordinaria que tiene una misión que cumplir, aunque no sepa cuál es. Irving es melancólico, trágico, divertido, punzante, agudo… En Avenida de los misterios se sale un poco de los argumentos a los que nos tiene acostumbrados para contarnos la historia de Juan Diego, un maduro y exitoso escritor de origen mexicano, que se crió en la ciudad de Oaxaca como “niño de la basura”. Ganas.
JOËL DICKER
El Libro de los Baltimore (ALFAGUARA) 476 páginas
Tras el enorme éxito de La verdad sobre el caso Harry Quebert, el escritor suizo francoparlante Joël Dicker (Ginebra, 1985) recupera, tres años después, al personaje que protagonizó aquella novela, Marcus Goldman. En esta ocasión Marcus acude a Baltimore a casa de su primo Woody que está a punto de entrar en prisión para pasar con él su último día de libertad. De regreso recibe una llamada de su tío Saul que le alerta de que ha pasado algo terrible. Marcus deberá indagar en los secretos del pasado y en su relación con sus primos de la rama rica de la familia, con los que se llevaba maravillosamente de niño, para encontrar una verdad dolorosa que desvele todas las aristas del Drama familiar. Sin lugar a dudas va a ser una de las novelas del verano.
LUISA CARNÉS
Tea Rooms. Mujeres obreras (HOJA DE LATA) 248 páginas
Hubo un tiempo en el que una generación de mujeres españoles en los inicios del siglo pasado, años veinte y treinta, iniciaron una revolución silenciosa para ocupar puestos que los hombres les negaban. Esa revolución llegó al mundo literario, y aunque estas mujeres de la Generación del 27 han quedado “invisibilizadas” para la Historia de la Literatura, existieron y es bueno que se recupere su labor. Fueron las Sinsombrero y una de las más destacadas se llamaba Luisa Carnés (1905-1964), una madrileña republicana que se dedicó al periodismo y que tras el triunfo de los fascistas en la Guerra Civil acabó en el exilio, en México. Tea Rooms es su mejor novela. Cuenta el día a día de las camareras de un distinguido salón de té madrileño en los años 30. Una joya.
ESTHER ZORROZUA
Marcas de agua (BAILE DEL SOL) 157 páginas
Cuatro años ha tardado Esther Zorrozua (Bilbao, 1955) en publicar una nueva novela. Entre 2004 y 2012 aparecieron cuatro libros, La casa de la Galea, Bilbao, ciudad abierta, A contraluz y Fuga para un pianista. Aunque esta licenciada en Filología Románica no ha estado ausente durante este tiempo, porque ha publicado cuentos en antologías y se han podido leer sus textos en periódicos y revistas, tanto en papel como digitales. Marcas de agua habla de uno de los dolores más grandes que alguien pueda sufrir, el dolor por la pérdida de un hijo. La protagonista de la novela, Ingrid, intenta gestionarlo de múltiples maneras, asistiendo a terapias oficiales y alternativas, rememorando otras muertes de su entorno y jugando con los sueños. Un largo camino hacia la luz. Intensa, dolorosa y hermosa.
MICHEL ONFRAY
Teoría del viaje (TAURUS) 137 páginas
Este libro tiene como subtítulo Poética de la geografía. Michel Onfray (A Argentant, 1959) es doctor en filosofía y fue profesor en un instituto durante veinte años, hasta que lo abandonó para crear la Universidad Popular de Caen, un centro educativo admirado en toda Francia. Es además autor de unos cincuenta títulos, entre ellos Antimanual de filosofía, Tratado de ateología y Freud. El crepúsculo de un ídolo. Teoría del viaje reflexiona sobre uno de los placeres de la vida, viajar. El deseo de partir, los preparativos sumidos en lecturas, la elección del medio, el entusiasmo y sorpresa a la llegada, el despertar de los sentidos, la toma de notas y fotografías, el regreso a casa y la elaboración del recuerdo. Como sentirse viajeros y no turistas. Estimulante.