EL Agujero Negro. Concierto

Tenía mis dudas pero finalmente  respiré.

El artista tocó sus canciones míticas.

No se dejó ni una.

Dimos palmas. Coreamos. Encendimos móviles y mecheros. Aplaudimos a rabiar.

Salimos convencidos de haber visto a un tipo cercano, simpático, complaciente, profesional…

Y sí.

Totalmente acabado.

Roberto Moso

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *