Archivo por meses: julio 2016

Y en esto llegó el verano…

FOTO Verano y lecturasÚltimo programa de la temporada 2015/2016 de Pompas de Papel, con “bodeguilla” incluída, una de nuestras tertulias descacharrantes. Hablamos en ella de los libros publicados durante el curso que más nos han gustado y de algunos que no hemos leído, pero que tienen buena pinta. Nos salió una buena lista de recomendacionbes para leer en verano. Roberto Moso, Goizalde Landabaso, Iñaki Calvo, Iñigo Lejarza, Txani Rodríguez, Félix Linares y Enrique Martín hablaron de lo humano y lo divino, entre un buen montón de títulos.

Fin de curso por tanto, aunque no desaparición del todo, porque todos los fines de semana de julio, agosto y principio de septiembre (sábados a las cuatro de la tarde y domingos a las doce de la noche, si el deporte no lo impide) podréis disfrutar de la reemisión de algunos de nuestros programas. El Pompas de Papel, el club de los libros de Radio Euskadi. Buen verano. Y en septiembre la temporada número 30. Pinchad y disfrutad de la última entrega pompera.

Los raros. El barco de la muerte, de Bern Traven

LIBRO El barco de la muerteTodas las naciones tienen barcos al servicio de la muerte. Las compañías orgullosas de su nombre y de su bandera, no se avergüenzan de tener barcos para la muerte. Nunca había habido tantos como a partir de la guerra por la libertad y la democracia, que vino a obligar a los seres humanos a tener pasaportes y visados, a restringir la migración y a crear cien mil o más hombres sin nacionalidad, sin papeles.

Un buen sistema capitalista no debe permitir pérdidas. Este sistema no consiente que miles de hombres sin papeles anden vagando por el mundo. ¿Por qué se pagan seguros? ¿Por placer? Todas las cosas deben producir una ganancia. ¿Por qué no la han de producir los seguros?

Este es un fragmento de El barco de la muerte de Bern Traven.  Uno de los seudónimos usados por el alemán Otto Feige, escritor que ocultó celosamente su identidad a lo largo de su carrera literaria. Este misterio tuvo que ver, quizá, con la agitada biografía de Traven quien, tras la Primera Guerra Mundial, participó en la fugaz República Soviética de Baviera. Escapando de la represión, sufrió multitud de peripecias para llegar a México donde, con más de 40 años, empezó a publicar sus novelas de aventuras con fuerte crítica social, la tercera de las cuales, El tesoro de Sierra Madre, se convertiría en un éxito internacional.

El barco de la muerte, publicada en 1926, cuenta en primera persona las andanzas de un marino mercante norteamericano, Gerald Gales, que pierde su barco tras una noche de farra en el puerto de Amberes a principios de los años 20. Sin tarjeta de marino ni pasaporte, olvidados a bordo, Gales no puede certificar su identidad y volver a embarcarse. A partir de ahí inicia una odisea que le llevará, como vagabundo privado de nacionalidad, a través de media Europa, hasta España. Las autoridades policiales y consulares de cada país por el que pasa se deshacen de él al no poder acreditar su identidad, y le deportan al país más cercano, situación que debieron vivir más de cien mil personas, tras la primera gran contienda bélica, como el autor comenta en el párrafo citado al comienzo. En la pacífica España, Gales pasará varios meses mendigando, hasta que en el puerto de Barcelona accede a enrolarse en el Yorike, un barco de la muerte, como llamaban a los buques ruinosos destinados a ser hundidos para cobrar el seguro.

Escrita con mucha agilidad y un humor sarcástico, esta primera parte de la novela es una contundente crítica de la naciente burocracia europea. El tono de la obra se vuelve más amargo y dramático en las dos partes siguientes, cuando describe las dantescas condiciones de vida en el Yorike y su verdadera actividad: el contrabando de armas. Gales entabla amistad con otro paleador, Stanislav Lavski, y a través de estos personajes, el autor muestra cómo también hay clases entre los trabajadores, siendo los paleadores de carbón y los fogoneros los últimos en la escala naval, y los más expuestos a una muerte prematura. El final, trágico y emocionante, está a la altura de una novela de sorprendente actualidad, que destaca por su humor negro y la rotundidad de su denuncia.

Encontrarán El barco de la muerte de Bern Traven en ediciones Alfabia.

Javier Aspiazu

Paco Ignacio Taibo y los años duros del pistolerismo catalán

Vayamos por partes. El autor, Paco Ignacio Taibo II, mitad asturiano, mitad mejicano, lleva cincuenta años escribiendo una obra abundante, variada y volcánica. Desde sus famosas novelas negras protagonizadas por Héctor Belascoarán Shayne, y otras semejantes (a mí la que más me gusta es Sombra de la sombra) hasta sus biografías iconoclastas de gente como Ernesto Guevara también conocido como el Ché hasta los tres libros que ha dedicado a Pancho Villa, pasando por Tony Guiteras, un hombre guapo. Y todo con un altísimo nivel de escritura. Me gusta la literatura de Paco Ignacio.

La historia. Supongo que para hechos como los que aquí se narran se inventó la conocida maldición china “ojalá vivas en tiempos interesantes” porque en los seis años que recoge este volumen ocurrieron en Cataluña cosas terribles: huelgas, cierres patronales, manifestaciones, represión, asesinatos, hambre, corrupción. Y lo hicieron en gran cantidad trayendo la ruina a la clase obrera, y la muerte a muchos de sus representantes. LIBRO Que sean fuego las estrellasSon los años del pistolerismo enclavados entre el triunfo de la Revolución Rusa (y, también de los grandes beneficiáis de los patronos derivados de la neutralidad española durante la I Guerra Mundial) y la dictadura de Primo de Rivera.

La obra. Que sean fuego las estrellas es una recopilación de los principales hechos ocurridos en estos años. Son tantos que, a veces el autor tiene que limitarse a una simple enumeración, pero cuando logra salirse de las listas, Paco deja su huella en algunos análisis y, menos, en la altura literaria de su trabajo. Quizá hubiera sido deseable un menor afán de completismo, teniendo en cuenta sobretodo, que el mismo autor reconoce que, a veces, y así se evidencia en estas páginas donde los nombres a veces no se concretan, era imposible saber quién era quién.

La edición. Llegamos a la parte más comprometida del comentario, porque sorprende que este trabajo venga acompañado de la desidia que deja clara, página tras página, la edición de este volumen. Nadie parece haber revisado las galeradas donde se encuentran frases incomprensibles, revoltillos sin sentido y repeticiones y, sobre todo, errores cronológicos como cuando dice que Ángel Pestaña comenzó a trabajar a los once años y para los diez ya era minero, o cuando asegura que un congreso de la CNT que se celebró en julio se vio afectado por la gripe que se propagó en el otoño.

Concluyendo. Estamos ante un esfuerzo titánico, no quiero pensar el trabajo que se ha tomado el autor, a quien supongo bien acompañado por escuderos autorizados, para recopilar todos los hechos que aquí se cuentan. Según confesión propia el texto original tenía más del doble de páginas que el actual y quizá no se ha hecho la mejor elección al seleccionar las partes que nos han llegado. Será sin duda un trabajo de consulta imprescindible para futuros estudiosos, pero, sinceramente, me gusta más Paco cuando es más libre y puede soltar su particular espíritu por encima de los acontecimientos que narra, esa épica de la izquierda que tan pocas veces tiene posibilidad de aflorar en publicaciones. Con todo, digamos que estamos ante un ejemplar valioso e imprescindible para conocer estos años convulsos que no han tenido un reflejo en la narrativa, algo que sigue ocurriendo, así que Paco, ¿quién mejor que tú, que ya te lo sabes, para contar lo que ocurrió?

Félix Linares