Paco Ignacio Taibo y los años duros del pistolerismo catalán

Vayamos por partes. El autor, Paco Ignacio Taibo II, mitad asturiano, mitad mejicano, lleva cincuenta años escribiendo una obra abundante, variada y volcánica. Desde sus famosas novelas negras protagonizadas por Héctor Belascoarán Shayne, y otras semejantes (a mí la que más me gusta es Sombra de la sombra) hasta sus biografías iconoclastas de gente como Ernesto Guevara también conocido como el Ché hasta los tres libros que ha dedicado a Pancho Villa, pasando por Tony Guiteras, un hombre guapo. Y todo con un altísimo nivel de escritura. Me gusta la literatura de Paco Ignacio.

La historia. Supongo que para hechos como los que aquí se narran se inventó la conocida maldición china “ojalá vivas en tiempos interesantes” porque en los seis años que recoge este volumen ocurrieron en Cataluña cosas terribles: huelgas, cierres patronales, manifestaciones, represión, asesinatos, hambre, corrupción. Y lo hicieron en gran cantidad trayendo la ruina a la clase obrera, y la muerte a muchos de sus representantes. LIBRO Que sean fuego las estrellasSon los años del pistolerismo enclavados entre el triunfo de la Revolución Rusa (y, también de los grandes beneficiáis de los patronos derivados de la neutralidad española durante la I Guerra Mundial) y la dictadura de Primo de Rivera.

La obra. Que sean fuego las estrellas es una recopilación de los principales hechos ocurridos en estos años. Son tantos que, a veces el autor tiene que limitarse a una simple enumeración, pero cuando logra salirse de las listas, Paco deja su huella en algunos análisis y, menos, en la altura literaria de su trabajo. Quizá hubiera sido deseable un menor afán de completismo, teniendo en cuenta sobretodo, que el mismo autor reconoce que, a veces, y así se evidencia en estas páginas donde los nombres a veces no se concretan, era imposible saber quién era quién.

La edición. Llegamos a la parte más comprometida del comentario, porque sorprende que este trabajo venga acompañado de la desidia que deja clara, página tras página, la edición de este volumen. Nadie parece haber revisado las galeradas donde se encuentran frases incomprensibles, revoltillos sin sentido y repeticiones y, sobre todo, errores cronológicos como cuando dice que Ángel Pestaña comenzó a trabajar a los once años y para los diez ya era minero, o cuando asegura que un congreso de la CNT que se celebró en julio se vio afectado por la gripe que se propagó en el otoño.

Concluyendo. Estamos ante un esfuerzo titánico, no quiero pensar el trabajo que se ha tomado el autor, a quien supongo bien acompañado por escuderos autorizados, para recopilar todos los hechos que aquí se cuentan. Según confesión propia el texto original tenía más del doble de páginas que el actual y quizá no se ha hecho la mejor elección al seleccionar las partes que nos han llegado. Será sin duda un trabajo de consulta imprescindible para futuros estudiosos, pero, sinceramente, me gusta más Paco cuando es más libre y puede soltar su particular espíritu por encima de los acontecimientos que narra, esa épica de la izquierda que tan pocas veces tiene posibilidad de aflorar en publicaciones. Con todo, digamos que estamos ante un ejemplar valioso e imprescindible para conocer estos años convulsos que no han tenido un reflejo en la narrativa, algo que sigue ocurriendo, así que Paco, ¿quién mejor que tú, que ya te lo sabes, para contar lo que ocurrió?

Félix Linares

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *