Los magníficos relatos hiperbreves de Karlos Linazasoro

El género del microrrelato admite pocas trampas. La historia, por su extensión limitadísima, debe prescindir de muchas de las herramientas y técnicas de la narrativa, o, al menos, de la combinación de esas herramientas. Por eso, con los relatos hiperbreves se corre el peligro de caer en la ocurrencia, en el chiste o en la pura vacuidad. En este sentido, es loable, y yo diría que exitosa, la empresa que acomete el tolosarra Karlos Linazasoro en su último trabajo, Trilogia hiperlaburra. Bueno, como su nombre indica este libro está compuesto por tres partes: la primera se titula Puntako orduetan y en ella se reflexiona sobre lo humano y lo divino, se relee la historia, se disecciona la cotidianidad, a través de diversas formas: la del tratado científico, la del poema, la del monólogo interior, la del diálogo, la del cuento más clásico..; la segunda parte es Fobien liburua, y en ella Linazasoro extiende un catálogo de fobias –de la existencia de muchas yo no tenía ni idea- que nos da idea del trastorno de nuestra sociedad; LIBRO Trilogia hiperlaburrael tercer libro es Kaxako umea eritegian, unas páginas con un toque de surrealismo, que transcurren en un hospital y que transitan entre la vida y la muerte.

En estos microrrelatos, cuyo sentido a menudo se completa con el título, nos reencontramos con la mirada -lúcida, analítica, irónica, surrealista y algo gamberra- a la que el autor nos tiene acostumbrados. Un buen ejemplo de ese tono del que os hablo es el siguiente relato que lleva por nombre: “Epistemophobia: Sentitzen dut baina ezin esan dezaket zertan den gaitz hau, txiki-txikitatik fobia diot-eta ezagutzari”. La crítica social, que a menudo se desliza a través de la ironía, está también presente en este libro. El texto Kutxa ireki nuen es buen ejemplo de ello. Dice así: “Nire aurrean-eta nik ez nekien-Pandoraren kutxa handia aurkitu nuen. Ireki egin nuen. Hantxe zeuden, ordena alfabetikoz zehaztuak, gizateria suntsitzen duten gaitz guztiak. Aputxo bat izuturik, bat hartu nuen ausaz. Patrikan gorde eta kalera irten nintzen. Segituan, gereziondoak loretan zeuzkan ibilbide batean askatu nuen. Egun hartan bertan, biztanle ez gutxiren harridurarako, gure hirian ustelkeria politiko kasu bat eta genero-indarkeriazko beste bat eman ziren, bai eta, halaber, paperik gabeko bi etorkinen deportazio ezhokioa ere.

Como vemos humor, ironía, crítica social y un buen ejercicio de equilibrio sobre el fino alambre del relato hiperbreve, un ejercicio que, como decía al principio, se ejecuta sin red.

Txani Rodríguez

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