“He vivido unos cuantos años en África. Fui allí por primera vez en 1957. Luego a lo largo de cuarenta años he vuelto cada vez que se presentaba la ocasión. Viajé mucho. Siempre he evitado las rutas oficiales, los palacios, las figuras importantes, la gran política. Todo lo contrario: prefería subirme a camiones encontrados por casualidad, recorrer el desierto con los nómadas y ser huésped de los campesinos de la sabana tropical. Su vida es un martirio, un tormento que, sin embargo, soportan con una tenacidad y un ánimo asombrosos.
De manera que éste no es un libro sobre África, sino sobre algunas personas de allí, sobre mis encuentros con ellas y el tiempo que pasamos juntos. Este continente es demasiado grande para describirlo. Es todo un océano, un planeta aparte, todo un cosmos heterogéneo y de una riqueza extraordinaria. Sólo por una convención reduccionista, por comodidad, decimos “África”. En realidad, salvo por el nombre geográfico, África no existe”.
Esta es la breve introducción de Ébano de Ryszard Kapuszinski. El más popular de los reporteros del siglo pasado, constante candidato al premio Nobel, murió en 2007 sin conseguirlo. Una lástima, porque el polaco Kapuszinski elevó el reportaje periodístico a la máxima calidad literaria y fue, entre otras cosas, el corresponsal que más años viajó por África.
Todos los libros de Kapuszinski son recomendables, pero Ébano, publicado originalmente en 1998, fue el que obtuvo un mayor reconocimiento. A través de los 29 capítulos, la mayoría independientes, que conforman el libro, Kapuszinski realiza un apasionado periplo a lo largo de 14 países africanos durante cuatro décadas. Como único reportero en África de la modesta Agencia de Prensa Polaca, dispuso de muy pocos medios. A punto de morir de sed cuando su camión se avería en pleno desierto del Sahara, enfermo de tuberculosis y de malaria cerebral o encañonado por un guerrillero, su vida peligró en múltiples ocasiones, pero nunca cejó en su empeñó de transmitir sus vivencias.
Kapuscinski asiste a las primeras declaraciones de independencia y a los cambios sociales que produjeron. Nos habla de figuras admirables, líderes de la descolonización como el presidente de Tanzania, Julius Nyerere, y también de la siguiente generación de dirigentes, entre los que abundaron militares golpistas como Idi Amin, de cuya sangrienta dictadura en Uganda hace una vivaz crónica. Describe el régimen de apartheid que implantaron los blancos, pero asimismo nos cuenta la historia de Liberia, el único país africano no colonizado o invadido, donde paradójicamente se instauró el más refinado racismo. Evoca de manera espeluznante, el comercio de esclavos que se desarrolló en Zanzíbar, y aporta la más convincente explicación del genocidio de Ruanda, entre otros momentos especialmente brillantes de este libro inolvidable.
Con una prosa ágil y concisa, siempre atenta a los detalles reveladores, Kapuscinski mezcla historia, política, etnografía, vivencias personales y multitud de testimonios anónimos en un mosaico de apasionante lectura. Encontrarán Ébano, de Riszard Kapuscinski en la editorial Anagrama.
Javier Aspiazu
