El comictario. Perder el autobús y ser feliz, de Beka y Marko

De vez en cuando, entre la espesa bruma del trabajo diario, las relaciones familiares o la comprobación de que en la cuenta bancaria hay menos dinero aún del que nos temíamos, es bueno buscar algo de luz y sentarse tranquilamente a leer un cómic como el que hoy nos ocupa, sin grandes intrigas internacionales, feroces luchas a muerte, tiroteos ni explosiones. Una historia sencilla sobre las cosas pequeñas de la vida y la búsqueda de la felicidad titulada El día que el bus volvió a partir sin ella.

Ella es Clementine, una joven independiente, con casa y trabajo pero poco segura de sí misma, sin fortuna en el amor y con un profundo sentimiento de vacío e insatisfacción. Leves incidentes cotidianos, como no despertarse a tiempo para hacer el “saludo al scomic-el-dia-qeu-el-busol” del yoga o ir a la panadería y ver cómo se llevan el último y delicioso cruasán, aumentan la frustración de Clementine y le llevan a apuntarse a un retiro de fin de semana con un grupo de meditación. A mitad de trayecto hacen una parada para comprar alimentos en una tienda ecológica, Clementine va al baño y, al salir, ve con tristeza que el pequeño autobús en el que viajan se ha ido sin ella. Y es aquí donde aparece el otro gran protagonista de la historia, Antoine, dueño de la tienda ecológica y todo un maestro en buscar sentido a la vida y disfrutar de lo que nos ofrece.

Ese comercio perdido en medio de la nada es, en realidad, un lugar mágico, el destino impensado al que llegan, por casualidad, personas con problemas existenciales. Antoine les acoge con amabilidad y confianza, les hace sentirse cómodos y les narra cuentos y fábulas “zen“, donde lo bueno y lo malo son conceptos líquidos, dependiendo de la persona, el momento y sus verdaderos deseos. En medio de acciones simples y reconfortantes, como cocinar sin prisas, dar un paseo por el bosque o charlar tranquilamente al calor de la chimenea, Clementine nota cómo el vacío interior se va llenando y disfruta con la llegada de otros dos visitantes, una antigua amiga de Antoine y un desconocido que también está buscando su camino después de, supuestamente, haber cumplido todos sus sueños.

Estamos ante una historia grata y reconfortante, aunque a veces resulte bienintencionada en exceso. Aún así, merece la pena pararse un rato y disfrutar con la lectura de este cómic, El día que el bus volvió a partir sin ella, con guión de Beka, que es el nombre artístico de la pareja formada por Bertrand Escaich y Caroline Roque, y dibujos de Marko Armspach, artista de Iparralde que le da a la historia el toque sereno que necesita. Label vasco para un bonito cómic publicado por la donostiarra Harriet Ediciones, a cuya cabeza se sitúa el veterano guionista Gregorio Muro Harriet.

Iñaki Calvo

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