La invasión de Irak en el año 2003, basada en la supuesta existencia en ese paÃs de armas de destrucción masiva, supuso la caÃda de Saddam Hussein y su régimen dictatorial, pero también el inicio de una situación de caos y violencia que se extiende hasta nuestros dÃas. No es fácil escribir historias ambientadas en esa época y en ese lugar, porque siempre recaerá sobre ellas la sombra del mensaje interesado y la falta de imparcialidad, y por ello inicié con mucha suspicacia la lectura del cómic que hoy nos ocupa, El Sheriff de Babilonia.
Tengo que decir, sin embargo, que las sospechas razonables pronto se convirtieron en una certeza: se trata de una magnÃfica historia que recoge todos los puntos de vista y es capaz de resumir, aunque parezca imposible, la inmensa complejidad de Irak meses después de la invasión. El mérito le corresponde al autor de la trama, Tom King, uno de los guionistas más cotizados del momento y que, además, fue durante siete años agente de operaciones de la CIA y desarrolló buena parte de ese trabajo en territorio iraquÃ. En la actualidad Tom King trabaja en exclusiva para la editorial DC, y se encarga de dos proyectos especialmente relevantes: la serie de Batman enmarcada en el universo Renacimiento y el que pretende ser el nuevo gran tÃtulo del sello Vértigo, El Sheriff de Babilonia, una historia que nos lleva al Irak del año 2004, diez meses después de la caÃda de Bagdad.
Los protagonistas principales son Christopher Henry, un antiguo policÃa estadounidense que ahora entrena a los futuros agentes iraquÃes; Nassir, un veterano de los cuerpos policiales de Saddam Hussein, y Saffiya, miembro de una importante familia purgada por el dictador, educada en EEUU y que forma parte del Consejo Privado para la Reconstrucción de Irak. Un dÃa, uno de los reclutas de Christopher aparece muerto en medio de la calle y, ante la indiferencia general en un paÃs donde la muerte es algo cotidiano, empieza una investigación que se complica página a página.
Intereses económicos, planes secretos, yihadismo incipiente, dudosas lealtades, este es el telón de fondo de una historia que transcurre en un ambiente irrespirable, bajo la presencia constante de los militares, el aire polvoriento, el miedo a un atentado y, sobre todo, la olla a presión de una población civil rota por la guerra y en la que conviven los oportunistas, los derrotados y los que arden en odio hacia el invasor. El Sheriff de Babilonia es un cómic con una trama compleja y exigente que cuenta, además, con el apoyo de los contundentes dibujos de Mitch Gerads. Una obra que merece ser leÃda y de la que sólo hemos disfrutado la primera entrega. Ojalá no tarde su continuación.
Iñaki Calvo