El comictario. Neil Gaiman reinterpretado por Moon y Bá

En el cómic, como en todas las artes, la suma de talentos dota de especial interés a la obra resultante. Es el caso del título que hoy nos ocupa, Cómo hablar con chicas en fiestas, la adaptación de un cuento del gran escritor británico Neil Gaiman, trasladado a viñetas por los famosos gemelos brasileños Fábio Moon y Gabriel Bá. Desde el minuto uno queda claro que la literatura ensoñadora y fantástica de Gaiman necesita el peculiar toque del dúo brasileiro para llegar a buen puerto. Nadie mejor que estos gemelos, con su trazo fácil y su percepción del color y el movimiento, para ilustrar la historia que Neil Gaiman escribió en una sola tarde, después de un bloqueo creativo que le había impedido entregar el cuento en el plazo fijado.

El detonante de la reacción de Gaiman fue lo que le dijo el crítico literario que le había encargado la pieza para una antología de relatos: “no te preocupes, no pasa nada, acabo de recibir un cuento extraordinario de una autora que lo ha escrito en sólo 24 horas“. Nos imaginamos la frustración de un Neil Gaiman que, herido en su orgullo, se puso a la tarea y escribió en tiempo récord las veinte páginas de Cómo hablar con chicas en fiestas. El cuento, por supuesto, formó parte de la antología, titulada Cosas frágiles y publicada en 2006, estuvo nominado al Premio Hugo y ganó el Premio Locus al mejor relato corto de ciencia ficción. Ahora, once años después, llega su adaptación al cómic, y dentro de unos meses se estrenará la correspondiente película.

Los protagonistas son dos adolescentes, Vic y Enn, citados a una fiesta que organiza su amiga Alison. Vic es el guapo, el ligón que siempre triunfa con las chicas, y se dirige a la fiesta con mucho más optimismo que Enn, acostumbrado a quedarse en un segundo plano envidiando las habilidades de su amigo. Mientras caminan, Vic explica que la clave para ligar con chicas es hablar con ellas, y en el intercambio de opiniones llegan a la casa donde se celebra la fiesta. Resulta que no es a la que ellos se dirigen, pero no importa, la chica que les abre la puerta es bellísima, tiene unos enormes ojos verdes y les deja entrar con insólita facilidad. La casa está llena de mujeres, todas guapas, todas con fascinantes ojos verdes. Como es lógico, la pareja de amigos, sobre todo Vic, se las prometen muy felices, pero se van a encontrar con unas chicas que tienen demasiado mundo, demasiado universo incluso, para ellos.

Tengo que decir que, a pesar de su evidente atractivo, la lectura de Cómo hablar con chicas en fiestas te deja la sensación de que falta algo. Pero claro, es que es una historia de Gaiman, donde además de leer toca imaginar. Y en esa imaginación cada quien tendrá sus propias respuestas.

Iñaki Calvo

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