El tocho. Lady Macbeth de Mtsensk del ruso Nikolái S. Leskov

A veces aparecen en nuestra tierra tales caracteres que, por muchos años que hayan transcurrido desde que los vimos por primera vez, no es posible evocar algunos de ellos sin experimentar cierto temblor en el alma. Uno de esos caracteres fue el de Katerina Lvovna Izmailova, mujer de un comerciante, la cual protagonizó en cierta ocasión un terrible drama, a raíz del cual los nobles de nuestra región dieron en llamarla, un tanto a la ligera, la lady Macbeth del distrito de Mtsensk.

Katerina Lvovna sin ser lo que se dice una belleza, era una mujer de aspecto muy agradable…. La casaron con uno de los comerciantes de aquí: Izmailov; originario de Tuskar, en la provincia de Kursk; no se casó por amor o movida por inclinación alguna, sino sencillamente porque Izmailov la pidió en matrimonio y ella era una muchacha pobre que no estaba en condiciones de elegir novio.

Así comienza Lady Macbeth de Mtsensk de Nikolái S. Leskov. Este clásico ruso, algo olvidado en la actualidad, es reivindicado, sin embargo, por algunos de los mayores nombres de la literatura rusa, como Tolstoi o Gorki. Viajante comercial en su juventud, Leskov se preció siempre de haber recogido buena parte de sus argumentos de las tradiciones populares que conoció de primera mano. Y ese regusto de historia escuchada se aprecia también, desde el comienzo, en esta estremecedora novela corta que hoy comentamos, la más conocida de su producción. Publicada a los pocos años del inicio de su carrera literaria, en 1865, Lady Macbeth de Mtsensk cuenta una de las historias de amor más trágicas y violentas que se hayan narrado en cualquier época.

Katerina Lvovna se aburre infinitamente con su inútil vida de esposa de un próspero y nada cariñoso comerciante que le dobla la edad. Por ello, no puede evitar enamorarse de uno de los jóvenes caballerizos de su hacienda, el pícaro y apuesto Sergei. Hasta ahí, parecería que estamos ante una novela más de adúlteras, como las que abundaron en la literatura realista del siglo XIX. Sin embargo, en ésta, el adulterio es solo el comienzo de una historia desgarrada, en la que Katerina Lvovna, se revuelve ante su suerte con una determinación absoluta y despiadada, de ahí la alusión a Lady Macbeth, y es capaz de las mayores atrocidades por conservar el amor de Sergei. Entre ellas, el asesinato de su marido y de cualquiera que se ponga en su camino.

Adaptada recientemente al cine, con bastante acierto, la versión para la pantalla, más efectista, acaba convirtiendo a esta mujer en un personaje frío y ambicioso; nada que ver con la protagonista de la novela de Leskov, que, aun estando poseída por una pasión desenfrenada, es incapaz de ocasionar ningún mal al objeto de su amor.

A nivel estilístico, el autor hace gala de una prosa fluida, y un fino oído para las expresiones y las escenas costumbristas. Y dosifica con sabiduría los obstáculos a que se enfrentan los amantes, en una apabullante escalada de crueldades hasta el amargo y súbito desenlace; clausura perfecta para un relato magistral, que les propongo leer en la cuidada traducción de la Editorial Alba. Lady Macbeth de Mtsensk, de Nikolái S. Leskov.

Javier Aspiazu

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