Esta es una novela de espionaje, ese género que tan poco interesa, porque los lectores se han creÃdo aquello de que una vez desaparecida la guerra frÃa los argumentos para sustentarlo son escasos. Basta, no obstante, una mirada a la actualidad internacional para desenmascarar tal falacia. Algunos autores siguen trabajando en los dos grandes bloques que componen la especialidad: el agente 007 y sus epÃgonos (de Bourne a Ethan Hunter) y los hijos de Smiley, que ahora vuelve a la narrativa en la anunciada próxima novela de John LeCarré, es decir los protagonistas de las últimas intrigas de Len Deighton y Alan Furst. Afortunadamente hay savia nueva y nombres que tendremos que aprendernos. Cumming es uno de ellos.
Veamos lo que dice la sinopsis de En un paÃs extraño: al departamento correspondiente de la inteligencia británica llega una nueva jefa. Pocos dÃas antes de incorporarse desaparece. Entonces, con el tiempo poniendo en dificultades a las vacas sagradas del ministerio se recurre a un agente que habÃa sido separado del servicio por sobrepasar algunos lÃmites en una misión en Oriente. De manual. Pocas veces habremos visto más tópicos en tan pocas lÃneas. Es cierto que la narración ofrece puntos interesantes al comienzo, apuntes de enigmas que serán desentrañados más adelante: un misterioso asesinato, una historia romántica hace mucho tiempo, pero después, ya digo, las escenas habituales de captación del agente protagonista y la puesta en marcha del operativo con la eficacia y profesionalidad que uno espera de un héroe, no son nada sorprendentes.
Afortunadamente ahà acaba todo lo que de convencional tenÃa esta novela que ofrecer. Los caminos de la investigación están llenos de situaciones originales y de personajes atÃpicos que parecen ofrecer resistencia a las inevitables escenas de vigilancia y acción porque parece que estamos ante un asunto amoroso y algo casposillo. No voy a contar más, que las novelas de espionaje tienen su intriga y el lector tiene derecho a ir descubriendo la solución a los misterios. Pero si diré, insisto, que En un paÃs extraño es una novela razonablemente diferente a las que acostumbramos a encontrarnos en este género, que, al mismo tiempo, no renuncia a las señas de identidad y que el señor Cumming escribe lo suficientemente bien como para que el lector se sienta gratificado con su lectura.
He aquà un hallazgo. A nada fan de la especialidad que sea usted no deberÃa dejar pasar la oportunidad de leerlo. Y además van a hacer serie televisiva. Adelántese a sus amigos. Cuando le digan que la están viendo siempre pueden recurrir al clásico: el libro es mejor. Aunque en la serie salga Colin Firth que, por cierto, se está convirtiendo en una caricatura gracias a Kingsman. Dicho queda. Aunque duela.
Félix Linares  Â