El comictario. La tragedia de los esclavos de Tromelin

El 31 de julio de 1761 un buque de la Compañía Francesa de las Indias Orientales que transportaba 160 esclavos malgaches naufragó en el Océano Índico, cerca de un pequeño pedazo de tierra conocido entonces como la Isla de Arena. La mayoría de la tripulación y la mitad de los esclavos lograron llegar al islote. Los marineros franceses construyeron un nuevo barco con los restos del naufragio y se marcharon a Madagascar, prometiendo a los malgaches que volverían a rescatarles. Un rescate que no se produjo hasta quince años después: en el islote sólo quedaban ocho supervivientes, siete mujeres y un bebé.

Este breve párrafo resume una odisea increíble, uno de los mayores ejemplos de voluntad de supervivencia de los que existen datos fidedignos. El buque L’Utile, construido en Baiona y con varios marineros vascos a bordo, tenía como misión llevar provisiones a Isla de Francia, la actual Mauricio, pero su capitán quiso hacer fortuna traficando de manera ilegal con esclavos. Tras el naufragio y después de ver cómo los blancos supervivientes de la tripulación les abandonaban, los malgaches iniciaron una larga y tenaz lucha para seguir vivos en ese islote de menos de un kilómetro cuadrado. Quince años de resistencia hasta que otro barco llegó para rescatarles, comandado por el capitán Tromelin, cuyo apellido dio nuevo nombre al lugar.

En el año 2006 una expedición arqueológica visitó el islote, y volvió en 2008 incluyendo en el grupo al dibujante Sylvain Savoia, que ha convertido su experiencia en un cómic magnífico titulado Los esclavos olvidados de Tromelin. Además de ilustrar con maestría los entresijos de la labor arqueológica, el autor nos acerca al sufrimiento de aquellos esclavos, arrancados de su tierra natal y condenados a una muerte lenta en medio del océano. El hilo conductor del relato es Tsimiavo, una niña malgache que asiste con horror, pero con firme determinación, al drama que se desarrolla a su alrededor. Ella dará a luz al único niño nacido vivo en el islote y, de forma milagrosa, será rescatada quince años después junto a su hijo y otras seis mujeres supervivientes. Tras su llegada a Isla de Francia, tanto ellas como el bebé fueron declaradas personas libres.

Estos dramáticos hechos, que sirvieron para acelerar la prohibición de la esclavitud en Francia, son ahora recogidos en este cómic publicado en castellano por la editorial Ponent Mon, y también en una exposición que pudo verse hasta el 5 de noviembre en el Museo Vasco de Baiona. Un cómic que remueve conciencias.

Iñaki Calvo

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