Juan Kruz Igerabide y el arte de hacer lo pequeño, grande

El aforismo es un subgénero literario al que se han acercado con éxito numerosos autores vascos. Citaremos, por ejemplo, a Ramón Eder, Karmelo C.Iribarren, Iñaki Uriarte, Karlos Linazasoro. Ya sabéis que cuando hablamos de aforismos nos referimos a esas sentencias breves que pretenden expresar un principio de una manera concisa, coherente y en apariencia cerrada. Parece que el primero en utilizar esta fórmula fue Hipócrates; después, han sido innumerables los escritores que nos han asombrado con sus frases luminosas, desde Nietzsche a Chesterton; desde Borges a Machado. Precisamente es la principal característica del aforismo, la brevedad, lo que hace que estemos ante un género difícil porque no admite trampas, no admite grandes recursos estilísticos, no admite ocurrencias.

Bien, pues a todas esas dificultades se ha enfrentado con éxito, ya lo avanzamos, el escritor guipuzcoano Juan Kruz Igerabide en su nuevo trabajo Labur txintan. Este libro, publicado por Pamiela, está dividido en doce cuadernos cortos en los que se reflexiona sobre la convivencia, la educación, el amor, la felicidad, el arte, sobre el humor, sobre la vida y la muerte, sobre la religión, sobre Dios, sobre la literatura, incluso sobre los aforismos: ”Aforismo handiak oso txikiak dira”. Para trasladarnos sus ideas, Igerabide se sirve de los juegos de palabras, de los contrasentidos y del doble sentido, de la ironía, de la revisión de ciertos refranes y ciertas sentencias de otros pensadores a los que cita directamente como Camus, Jünger, Cioran o Montaigne.

Entre estas sentencias podemos destacar algunas políticas, como la siguiente: “Ezkertiarrak kontrako hankarekin egiten du herren. Eskuindarrak, ez”. Otras de sus frases dan, sin duda, qué pensar, como el siguiente: “Liburu onek liburu gutxiago irakurtzeko gogoa uzten dute”. O como este otro: “Dena esana dago. Orain argitu egin beharko”. La naturaleza humana también es objeto del análisis de Igerabide: “Pertsona onek eta txarrek elkarren lekua hartzen dute txandaka”, dice. O: “Homo sapiens, sapiens; errepikatu egiten da, ziur egoteko”. Labur txintan es, por tanto, un libro que tiene mucho de filosofía y que demuestra que para decir algo importante de forma clara, no son necesarias siempre centenares de líneas.  Se trata de dar en la diana, en el centro de las ideas, e Igerabide nos deja un buen puñado de aforismos que releer y que revisitar.

Juan Kruz Igerabide, que ha escrito obra dirigidas tanto al público infantil como al juvenil y como al adulto, lleva años publicando libros de aforismos. En 1994 sacó Sarean leiho; en 1998, Herrenaren arrastoan; y en 2004, Egia hezur.

 Txani Rodríguez

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