El comictario. El Shangri-La del francés Mathieu Bablet

Cuando todo a nuestro alrededor funciona con aparente perfección hay dos opciones: relajarse y disfrutar o preguntarse por qué y a costa de qué las cosas son como son. Sobre esta premisa básica se construye Shangri-La, el cómic que hoy nos ocupa y que es, sin duda, uno de los imprescindibles publicados a lo largo de este año 2017. Su autor es el joven dibujante francés Mathieu Bablet, que se hace cargo también del guión y que da con esta obra su paso definitivo hacia la élite del cómic europeo. Y lo hace, además, con una historia de ciencia-ficción que conjuga ambos términos, ciencia y ficción, de forma magistral.

Bablet nos sitúa en un futuro hipotético en el que la humanidad, para variar, ha arrasado el planeta Tierra hasta dejarlo inhabitable. Los restos de nuestra especie, apenas un millón de personas, sobreviven en una gigantesca estación espacial que tiene instaurado un sistema perfecto de trabajo, producción y consumo bajo el manto protector de la todopoderosa empresa Thianzu. Dormir, trabajar (para Thianzu) y comprar (los productos Thianzu), ese es el mantra diario de los y las habitantes de la colonia, cuya existencia discurre de forma plácida y sin sobresaltos. Pero claro, entre tanta gente feliz hay quien se cuestiona el régimen establecido. Surge así un movimiento revolucionario que involucra a dos hermanos, Scott y Virgilio, inicialmente en campos opuestos pero que terminarán uniéndose en la misma batalla.

Hasta aquí todo parece un cuento que suena a repetido porque ya nos lo han contado otras veces, pero Mathieu Bablet enriquece la trama con variables inquietantes, como la identidad de quienes gobiernan la estación espacial, un peligroso programa científico que equipara al ser humano con Dios al crear vida de la nada y la existencia entre los habitantes de la colonia de una subespecie, los animoides, animales antropomorfos que son los marginados en una sociedad donde todos, menos ellos, son iguales. El futuro de la humanidad, el sinsentido de nuestro actual modo de vida, el milagro de nuestra propia existencia, todo lo plantea Mathieu Bablet con espléndidos diálogos y dibujos en un álbum de más de doscientas páginas y con un título que juega también un papel importante en la trama, Shangri-La, el idílico refugio escondido en el Himalaya que describió James Hilton en su novela Horizontes Perdidos, publicada en los años 30 del pasado siglo y llevada después al cine por el gran Frank Capra.

La vida, la muerte, la creación, el pasado, el presente y el futuro. Elementos que se integran y cobran sentido en este cómic magnífico, que brilla con la luz de una supernova, publicado en castellano por la editorial Dibbuks. No os lo perdáis.

Iñaki Calvo

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