En la naturaleza del dolor
qué, fundamentalmente, no puede sondarse.
Algunos no dicen nada, pero – en un mal caso –
sólo miran dementemente mientras se mecen de esta
y esa manera a un ritmo interno;
mientras otros se ponen de pie, golpean una silla, y dejan tan-
baleando, no se dan la vuelta (de hecho lo
hacen, pero no fÃsicamente), y sólo su espalda se queda,
atrapada en el marco del cuadro, tiempo después de temblar;
no piden una luz, se encienden a sà mismos, ni plan
alguno hecho que involucre sogas y barras;
caminan por el puente y simplemente miran hacia abajo…
¿… Cómo deberÃa haber reaccionado? Glacialmente todavÃa,
metà la mano en mi bolsa y saqué
una arma para ti, ¿como en las pelÃculas?
Este poema, traducido al castellano por Marco Carrión, ha sido escrito por Krisztina Tóth, una escritora húngara nacida en Budapest en 1967. Durante un tiempo fue escultora, oficio que sentó las bases del trabajo al que finalmente se dedicarÃa. Estudió letras y se fue a ParÃs donde permaneció un largo tiempo. Se dedica a crear vidrieras de cristal, que comenzó siendo un pasatiempo, y acabó siendo su oficio. Es una de las poetas húngaras más conocidas. Ha publicado muchos trabajos, ha recibido varios premios, y su obra ha sido traducida a diferentes idiomas. Ella también ha traducido otros poetas al húngaro. También trabaja escribiendo artÃculos para revistas y periódicos.
Goizalde Landabaso