Iñaki Irasizabal, suspense en el mundo rural

Aramotz, publicada en la colección Ateko bandan de la editorial Elkar, es la nueva novela de Iñaki Irasizabal, autor de Durango que ha firmado ya varios thrillers, como es el caso del libro que hoy nos ocupa y que podríamos definir como thriller rural. Aramotz está protagonizado por tres personajes: Lander, Edy y Saioa, la protagonista. Saioa vivió siendo adolescente un hecho traumático: unos desconocidos le pegaron una paliza por la que tuvo que ser ingresada. Después, aunque físicamente se recuperó, tuvo que enfrentarse a las secuelas psíquicas, que la llevaron a ser internada en un psiquiátrico y tener que vivir medicada. En un momento dado, el médico decide que no va a volver a recetarle pastillas. Pero Saioa seguirá tomándolas. ¿Cómo las consigue? Acude al mercado ilegal. De ese modo, al ir a comprar su mercancía al piso de un traficante de poca monta, coincide con Edy, otra joven clienta. La transacción se complica, sucede algo inesperado, y ambas chicas tienen que huir, esconderse durante un tiempo. Es entonces cuando Saioa recurre a Lander, otro joven con aspiraciones en el mundo del cine, que conoció en el psiquiátrico. Lander las lleva a Aramotz, a una cabaña recóndita, situada a unos kilómetros de Durango. Allí les ofrece refugio, pero Edy comenzará a desconfiar de Ander, y la convivencia, difícil ya en ese extremo, se tensará.

Aramotz, que vira al género de terror en algunos pasajes, resulta entretenida e inquietante, y juega con la idea de que un espacio abierto y bucólico puede ser claustrofóbico. El autor va desvelando, a través de unas grabaciones que intercala como capítulos independientes, como si fueran una investigación posterior, hasta qué punto las protagonistas están en peligro, y adelanta información que no hace sino generar más intriga. Además, conforme avanza la lectura conocemos aspectos secretos de ciertas relaciones con terceras personas (como la madre de Saioa) y también el pasado turbio de los personajes. Y va todo dirigido al clímax final de la novela.

Irasizabal, más allá de la estructura en la que combina dos tiempos narrativos, ha elaborado una trama de suspense clásica, pero efectiva; y a pesar de eso, es inequívocamente contemporánea gracias a algunos de los detalles que introduce.

Mendaroko txokolatea, Igelak benetan hiltzen dira, Odolaren deia o Polítka zikina son algunos de los trabajos de este escritor que centra su interés no tanto en desvelar de forma sorprendente al asesino sino en describir la sociedad en la que vivimos.

Txani Rodríguez

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