Los animales molones de Petit y Burutaran

Los animales y sus oficios molones es un álbum desplegable con seis historias de otros tantos animales con sus respectivos oficios: un leopardo catador de dulces, una jirafa que se pasa la vida leyendo libros guais, un mapache japonés músico country,  un conejo llamado Damián que cuida bichos bola y los protege mimosamente de la luz solar, un tigre que se llama Alberto y diseña calcetines,   y un antílope que estudia el cielo y le cuenta estrellas, planetas y cometas. Ingeniosos relatos para ser contados o leídos, tan breves como intensos escritos por el donostiarra Iban Petit a los que  Saioa Burutaran, donostiarra también que firma como Susi Quiu, va dando forma con trazos no menos sorprendentes.

Ilustradora y narrador han trabajado en otros proyectos como la historia de la música A Bam Bam Boo Loo Ba, que Saioa dibujó, o las novelas Anotaciones circulares y Los abismos, que Iban escribió. Editor uno y profesora de dibujos con niños la otra, comparten igual fervor por el álbum ilustrado, al que en esta ocasión le dan un formato de estampas desplegables en zigzag emulando el estilo del álbum japonés que el lector abre como un acordeón. El empleo de la témpera con una intensidad plástica y detallista que nos hace detenernos ante el entorno de cada personaje y enseguida nos lleva a dar vuelta a las láminas buscando cada escueto minirrelato, el libro –que no es libro en realidad sino juguete de papel en explosión de imágenes- hace que, si queremos, podamos ver a todos los personajes a la vez por un lado y, por otro, enlazar sus historias.  Un libro-juego, en fin, que nos muestra de qué manera el soporte tradicional del libro, fiel a sus materiales, que son el papel, la tinta y los colores, sabe reinventarse hasta llegar a convertirse en un libro de artista compartido.

Y en cuanto a las historias que reúne, ambos creadores quieren mostrar al lector menudo, a quien va dirigido, que podrá ser un día lo que más desee ser: mecánico, científico, artista, cineasta o contador de sueños como ellos. He ahí, a fin de cuentas, el valor de estas fábulas ingeniosas.

Seve Calleja

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