La vida en prosa de Angel Erro

Llevaba, Angel Erro, catorce años tomando pequeños apuntes, casi al natural, sobre distintos asuntos; esas anotaciones eran para él, así fueron pensadas, pero hace poco decidió, felizmente diría yo, recopilar los textos de esos cuadernos y conformar un dietario que ahora ha publicado Elkar bajo el título Lerro Etena (2004-2018). La primera entrada es de 2006 y la última de 2017, con lo que enseguida comprobamos que este libro no guarda un orden cronológico. Sin embargo, sí destacan ciertos temas que tiene continuidad: la pérdida de la madre (a quien Erro ha dedicado anteriormente poemas verdaderamente hermosos), la enfermedad, la sexualidad, su vida en Madrid, su labor creativa, su participación en el mundillo cultural (presentaciones de libros, jurados, jornadas, recitales, colaboraciones literarias…), lecturas, viajes y algunas confesiones relacionadas con los grandes temas de la vida, pero también con temas menores. Curiosamente, la situación política –la cosa- no tiene apenas traslado.

Algunos textos son algo un poco más largos, sin que apenas superen el folio, pero la mayoría se bastan de unas líneas en las que a menudo asoman el humor o la ironía: “Batek ez daki noiz eta nola harrapatuko duen joandako egun zoriontsuen arrastoak. Sienako Udalaren trafiko isun moduan iritsi zait niri”. Este tono se mantiene hasta la última entrada, muy divertida, en la que nos devela cuál debería ser su epitafio. Hay pasajes que funcionan, en su brevedad, como si fueran aforismos. Unos ejemplos: “Iragana da gerta dakigukeen txarrena” o “Bokazioa haur burugogorkeria jarraitua baino ez da” o “Bihurtuko naizen agureak baino ez dit jakin mina pizten”.

Hay subtemas, digamos, que, desde luego, han captado mi interés, como su lealtad a las piscinas, donde al parecer se le ocurren muchos de sus poemas; o su fascinación por las entrevistas que conceden los pelotaris y que lee –dice con ironía- para relajarse: “Pilotariak dira munduko izaki hedonistenak, eta hor badago denok ikasi beharreko lezioa. Ez dago pilotaririk kantxara gozatzera ateratzen ez denik”. Su labor como columnista –Erro firma una columna diaria en Berria– también está presente: “Nire lehen opor eguna da gaur, Berriatik behintzat. Goizean igeri egitera joan naiz, gero kafearekin batera egunkaria ikuskatzen egon naiz. Gutxienez, bi gai posible aurkitu ditut eta nola garatu pentsatzen hasi ere bai. Neure burua geldiarazi behar izan dut. Ez zait hainbeste ere kostatu. Dagoneko ez naiz oroitzen zeintzuk ziren”.

A pesar de que, como decía, la ironía campe en muchos de los textos, podemos casi sentir sus buenos y malos días a través de un tono que puede ir del cinismo a la melancolía, de la diversión a la incertidumbre, y esas vibraciones son una de las grandes virtudes del libro.

Angel Erro, licenciado en Derecho y en Filología Inglesa, había publicado con anterioridad los libros de poesía Eta Harkadian ni y Gorputzeko humoreak,  y en este libro en prosa nos encontramos con la misma mirada, lúcida, tierna a veces y medio humorística, que recorre los poemas de este navarro. Lerro etena es un libro, con hallazgos y reflexiones interesantes,  para degustar a pequeños sorbos, creo yo, y que cuando se acaba nos deja la sensación de haber estado charlando un buen rato con el autor.

Txani Rodríguez

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *