Hace dos años y medio disfruté como pocas veces lo he hecho leyendo Mezolith, un cómic británico maravillosamente dibujado y ambientado en la prehistoria, en el perÃodo MesolÃtico, hace 10.000 años. El guión lo firmaba Ben Haggarty, reputado cuentacuentos experto en recuperar narraciones tradicionales, y las fantásticas ilustraciones eran el primer cómic de Adam Brockbank, autor de los diseños de todas las pelÃculas de Harry Potter y de la octava entrega de Star Wars. Un dúo artÃstico de alto nivel que dio como resultado un cómic inolvidable. Haggarty y Brockbank nos transportaron a un mundo en el que los seres humanos eran todavÃa cazadores y recolectores y vivÃan en plena armonÃa con la Naturaleza. Un mundo en el que la mera supervivencia habÃa dado paso ya a rituales y ceremonias, a una cierta creación artÃstica y a un plano de espiritualidad a la hora del nacimiento y la muerte.
El protagonista principal era un niño llamado Poika, miembro de la tribu de los Kansa, que iba creciendo poco a poco, aprendiendo de sus mayores y de las experiencias cotidianas. Un fresco majestuoso de aquellos tiempos primitivos, justo después de la última glaciación, en los que Gran Bretaña todavÃa no era una isla y permanecÃa unida al continente europeo. Una curiosa paradoja en estos tiempos de Brexit. Aquel bello relato quedó en mi memoria y en la de otros muchos lectores y ahora, dos años y medio después, se publica la segunda entrega, en la que Poika se convierte en adolescente y joven adulto, va asumiendo responsabilidades y conoce las primeras tensiones del amor. Un proceso gradual que discurre en el protector ambiente de la tribu, con episodios de caza, enfermedades, algún choque con las bestias del entorno y visiones y sueños fruto de la imaginación de un ser humano en pleno desarrollo, tanto fÃsico como creativo.
Y todo vuelve a ilustrarlo con trazo maestro Adam Brockbank, cuyos dibujos y colores nos hacen respirar y sentir el mundo puro y cristalino de hace diez mil años. Especialmente destacables las ilustraciones a doble página al principio y al final del álbum y la fascinante imagen de una ceremonia funeraria en el mar, con una balsa en la que viaja el cuerpo del fallecido cubierto de flores y que es empujada lentamente por varios miembros de la tribu hacia el que será su último viaje. Una escena llena de simbolismo y serenidad, el resumen perfecto del aura mágica que impregna Mezolith, un cómic imprescindible publicado en castellano por Diábolo Ediciones. No os lo perdáis.
Iñaki Calvo