El comictario. Ulli Lust y cómo ser una buena persona

Hace seis años el mundo del cómic se vio sacudido por la publicación y enorme éxito de una novela gráfica titulada Hoy es el último día del resto de tu vida, con guión y dibujo de la autora austríaca Ulli Lust. En un tono de comedia dramática, con varios momentos angustiosos, Ulli Lust nos contaba la peripecia que vivió en 1984, cuando era una punki de sólo 17 años y en compañía de su amiga Edi decidieron viajar a Italia con un saco de dormir, sin dinero ni documentación y sin más ropa que la que llevaban puesta. Dos meses de viaje con un saldo terrible: droga, mafia y un brutal machismo que termina en violación. Esta historia, contada con una sinceridad descarnada, se llevó entre otros el premio al autor revelación en Angoulême y el Premio Ignatz en Estados Unidos. Todo apuntaba a que con ese cómic Ulli Lust había matado sus demonios, pero no.

Seis años después, la autora austríaca publica la segunda parte de sus memorias bajo el expresivo título de Cómo traté de ser una buena persona. Ulli tiene 23 años y un hijo de cinco, fruto de la violación, que vive con sus abuelos en la granja familiar. Nuestra joven protagonista quiere dedicarse a la ilustración, pero no le admiten en ninguna academia de arte. Tiene un novio cuarentón, Georg, que se dedica al teatro, mientras ella pasa el tiempo preparando un portfolio de dibujos y buscando un trabajo corriente que en realidad no quiere encontrar. Ulli lucha por mantener la ilusión frente a la realidad de un futuro incierto, y es entonces cuando conoce a Kimata, un emigrante nigeriano con el que vive una tórrida relación sexual, tolerada por su novio Georg. Una situación insólita que se ve complicada por los problemas de Kimata para regularizar su estancia en Austria y sus arrebatos de celos y violencia.

Con pulso firme y la sólida base de su memoria, Ulli Lust esboza su drama personal y el drama del choque de culturas, los prejuicios y el impacto que eso supone para los emigrantes. La autora austríaca hace gala otra vez de una sinceridad estremecedora. No le importa salir mal parada en varios momentos de la historia y, al final, tenemos que rendirnos ante la capacidad del ser humano para superar obstáculos y conseguir sus objetivos. En el caso de Ulli Lust, triunfar como dibujante y ser dueña de su propia editorial en Alemania, país donde reside y trabaja. Una obra que es pura vida, ilustrada con estilo tan sencillo como eficaz y con un llamativo bitono rosa que solo sorprende al principio.

Totalmente recomendable este cómic, Cómo traté de ser una buena persona, publicado en castellano por Ediciones La Cúpula. No os lo perdáis.

Iñaki Calvo

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