El poema. Margaret Atwood, canadiense

Frente a un espejo

Fue como despertarme
después de haber dormido siete años

y encontrarme con una cinta tiesa,
de un negro riguroso
podrido por la tierra y los torrentes

pero en cambio mi piel se endureció
de corteza y raíces como cabellos blancos

Mi heredada cara traje conmigo
una aplastada cáscara de huevo
entre otros desechos:
el plato de loza hecho añicos
en el sendero del bosque, el chal
de la India destrozado, fragmentos de cartas

y el sol de aquí me ha impreso
su bárbaro color

Se me han puesto rígidas las manos, los dedos
quebradizos como ramas
y los ojos perplejos después de
siete años, y casi
ciegos/brotes, que sólo ven
el viento
la boca que se abre
y se agrieta como una roca al fuego
al intentar decir

Qué es esto

(sólo hallas
la forma que ya eres,
pero qué
si has olvidado ya en qué consistía
o descubres que
nunca lo has sabido)

Este es un poema de Margaret Atwood, una escritora canadiense, nacida en Ottawa en 1939, con una larga trayectoria sobre todo como narradora. Es autora, entre otros trabajos, de El cuento de la criada que ha sido llevado a la pantalla pequeña. Es miembro de Amnisty International, y una de las personas que presiden la asociación en defensa de las aves Birdlife International. Ha sido profesora de diversas universidades. Tiene varios premios por sus trabajos literarios, tanto por los de narrativa como por los poéticos. Y es una eterna candidata a recibir el Premio Nobel de Literatura, que en el año 2013 ganó su compatriota Alice Munroe.

Goizalde Landabaso

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