Hacía tiempo que a los “pieles rojas” no los encontrábamos en los álbumes. Y eso que representan a uno de los pueblos y culturas más respetuosos con el medioambiente. Así reaparece en este Siempre-Sentado-En–Mal-Sitio, un tierno comanche aprendiendo a relacionarse con su medio natural. Una historia en que compiten en sencillez y ternura el relato con las ilustraciones.
Siempre-Sentado-En–Mal-Sitio es un pequeño comanche que no sabe por qué lo llaman así. Lo único que le interesa es jugar y descubrir la naturaleza que lo rodea, por eso está lleno de cicatrices. Un día, sentado en una roca en medio de un río, descubre el origen de su nombre.
La autora Teresa Benéitez, y a la vez creadora de la editorial bilbaína A fin de cuentos, se apoyó en el curioso nombre de un indio, lo que le dio pie a fantasear sobre él. De ahí brotó esta tierna historia del pequeño comanche ensimismado en descubrir los movimientos de una salamandra, los brincos de una trucha y cuanto lo rodea, así descubrirá el origen de su curioso nombre.
El álbum, que ha pasado por la Feria del Libro de Durango, se ha editado en castellano y en euskera (Siempre sentado en mal sitio/Beti toki okerrean eseri) dentro de la colección ¡HU!, y se adorna con las sugestivas y no menos tiernas imágenes de Enrique Heras, que es profesor de Educación Infantil y conoce bien el valor del álbum ilustrado en el que hace con este su primera incursión.
Seve Calleja