¿Acaso no es una locura creer en la existencia del mundo
antes de nuestro nacimiento?
Si lo vivo reclama continuamente la palabra,
¿es que las formas de las nubes y las hojas,
la luz entre las ramas en junio,
ya nunca sucederán?
Aquellos a los que podrÃas preguntar no tienen memoria,
y sus nombres son meros soplos de aliento,
una frecuencia que se pierde entre los remolinos del aire.
Finales de diciembre.
La numerologÃa no te deja escribir y tienes ganas de pasear.
En la ciudad no hay una brizna de nieve: una leve helada
y el cénit más breve.
Este es un poema del polaco Marcin Kurek. Nació en 1970, estudió filologÃa hispánica en la Universidad de Wroclaw, y actualmente trabaja como docente de literatura hispanoamericana. Este fragmento que hemos leÃdo pertenece a El Sur, un largo poema escrito y publicado en 2010 que recibió el premio de la Fundación Koscielski, uno de los premios más prestigiosos de Polonia.
Goizalde Landabaso