El comictario. La Tamara de Lempicka de Greiner y Collignon

El 18 de marzo se cumplieron cuarenta años del fallecimiento de Tamara de Lempicka, la pintora más emblemática del estilo Art-Decó y ejemplo al más alto nivel del prototipo de mujer fuerte, libre y empoderada que surgió en Europa tras la Primera Guerra Mundial. El conflicto bélico fue la tumba de millones de hombres, y las mujeres tuvieron que tomar las riendas de la vida diaria en las fábricas, las escuelas y la administración pública. Consiguieron un papel protagonista en la sociedad y, tras la guerra, lucharon para no perderlo. Ese fue uno de los ejes de lo que se conoció como “los locos años 20“, una década de euforia y creatividad con uno de sus epicentros en París. Allí destacó en esos años Tamara de Lempicka, elegante y seductora, pintora estrella de galerías y exposiciones y todo un icono entre la alta sociedad parisina. Procedente de una buena familia de origen polaco, se casó a los 18 años con el conde Mateusz Lempicki, tuvo a su única hija, Kizette y, dos años después, en 1918, tuvieron que huir de Rusia a consecuencia de la Revolución Bolchevique. Instalados en París, Tamara de Lempicka estudió en dos afamadas academias de arte y pronto destacó su estilo, único e inconfundible por dotar al cubismo de perfiles redondeados.

Un período concreto de esos años clave en la vida y la evolución de la genial artista han sido llevados al cómic por dos autoras francesas, Virginie Greiner y Daphné Collignon. Con un dibujo preciosista y delicado color sepia, nos muestran a una Tamara de Lempicka deslumbrante, sensual, que vuelve locos a hombres y mujeres mientras busca a la modelo que posará para uno de sus cuadros más famosos. Rodeada de éxito social y artístico, Tamara de Lempicka debe hacer frente a una dolorosa situación en casa. Su marido, el conde Lempicki, que fue hombre de confianza del Zar de Rusia, vive amargado el exilio y el triunfo de su mujer mientras él ahoga sus penas en alcohol. Tamara es la que sostiene económicamente a la familia, y su trabajo incluye unas intensas relaciones sociales, que van desde grandes fiestas a sexo esporádico, sobre todo con mujeres que, en muchas ocasiones, son las modelos de sus cuadros. Uno de ellos, La bella Rafaela, marca el momento álgido en la carrera de Tamara de Lempicka y el final de este cómic.

El álbum, que cuenta con la autorización de los herederos de la artista, se completa con un dossier que incluye imágenes de alguna de sus obras y el resumen de una vida intensa, marcada por la pasión y el sufrimiento. Tamara de Lempicka, de Virginie Greiner y Daphné Collignon, un hermoso cómic bellamente editado en castellano por Planeta. No os lo perdáis.

Iñaki Calvo

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