En el país que ha protagonizado el Brexit reside y trabaja Isabel Greenberg, creadora inigualable de mundos imaginarios. Con su dibujo de trazo casi infantil y su portentoso poder narrativo, esta autora debutó hace siete años con La enciclopedia de la Tierra Temprana, una obra que recuperaba la magia de los cuentacuentos tradicionales y que ganó el premio al mejor cómic publicado en el Reino Unido. Tres años después, Isabel Greenberg alumbró su segunda novela gráfica, Las cien noches de Hero, también ambientada en el particular universo de la Tierra Temprana, pero con inequívocas referencias al clásico Las mil y una noches y una férrea defensa de la condición femenina y de la solidaridad entre mujeres. Las cien noches de Hero fue considerada por la crítica británica como uno de los mejores libros del año 2017. Y ahora, con ese plazo de tiempo de unos tres años que se da Isabel Greenberg entre obra y obra, ya podemos disfrutar de su tercer esfuerzo creativo, La Ciudad de Cristal, una maravillosa inmersión en los mundos imaginarios de las hermanas Brontë, las creadoras de títulos clave de la literatura anglosajona como Cumbres borrascosas o Jane Eyre.

Las hermanas Ann, Emily y Charlotte Brontë tuvieron una vida dura y difícil en la casa familiar de los páramos de Yorkshire. Su padre era un vicario seco y estricto, pero inculcó la cultura y el pensamiento en sus hijas, voraces lectoras en medio de una sociedad que apenas tenía en cuenta a las mujeres y no les dejaba más opciones que ser institutrices, maestras o, simplemente, esposas y madres. Con dos hermanas muertas prematuramente y huérfanas de madre, las tres chicas Brönte, junto a su hermano Branwell, crearon un mundo imaginario llamado La Ciudad de Cristal, un lugar con dos reinos, Angria y Gondal, escenarios de grandes aventuras y pasiones, es decir, todo lo contrario al oscuro mundo real en el que vivían.

Con gran sensibilidad, Isabel Greenberg nos acerca a los deseos y fantasías de las hermanas Brontë, y da una vuelta de tuerca haciendo que los personajes reales interactúen con los imaginarios, haciendo más evidente todavía el desgarro que supuso para aquellas almas creativas y libres su cotidiana existencia en una época sombría que les obligó, incluso, a firmar con seudónimo masculino para poder publicar sus novelas. Un hermoso homenaje a tres escritoras, Anne, Emily y Charlotte Brontë, que tuvieron vidas breves pero intensas y cuya obra no es solo literatura, sino un grito sordo de libertad femenina en un tiempo en el que la voz de las mujeres apenas se oía en susurros. La Ciudad de Cristal, de Isabel Greenberg, un cómic magnífico publicado en castellano en un bello volumen por la editorial Impedimenta. Nos os lo perdáis.

Iñaki Calvo