El comictario. La crisis de los 50 según Étienne Davodeau

La crisis de los 50” existe, es un término aceptado por los profesionales de la psicología, pero no todas las personas la sufren por igual e incluso hay quien llega al medio siglo de vida y no le supone ningún tipo de trauma. Sabedor de todo esto, y habiendo llegado ya a la cincuentena, el reconocido dibujante francés Étienne Davodeau reflexiona en torno a la crisis de los 50 en su última obra, titulada Corredores aéreos. El protagonista es Yvan, un hombre que se ha quedado sin trabajo, sus padres han muerto y su mujer lleva tanto tiempo trabajando en el extranjero que él ve próxima la ruptura del matrimonio. Y a todo esto hay que añadir que Yvan acaba de cumplir cincuenta años, con lo que la crisis está no solo servida sino también justificada.

En medio de un caos emocional, nuestro protagonista vende su piso de París y se refugia en la casa que su amigo Thierry tiene en la zona montañosa del Jura. Allí, en medio de la nieve y los bosques de pinos, Yvan le da vueltas y vueltas a su situación personal, a la falta de expectativas laborales, la poca comunicación con sus hijos y la distancia que le separa de su mujer y que le hace sentir casi como un divorciado. ¿Y a quién tiene cerca para ayudarle? Pues a su amigo de la infancia, Thierry, a su mujer Andrea, al hijo de ambos, Adrien, y a algún que otro habitante del pueblo que mira de reojo a ese cincuentón extraño que vive solo en una casa tan grande.

Yvan vive solo, sí, pero rodeado de recuerdos y de objetos, de decenas de cajas en las que guarda las cosas de sus padres, las de sus hijos y las suyas propias. “Mi vida empaquetada, cerrada, guardada“, dice nuestro protagonista en un momento de la historia, y es así como se siente, a pesar de los esfuerzos de sus amigos para que salga del agujero y entienda que todavía tiene mucho por vivir y disfrutar. Yvan roza la depresión, pero la vida sigue a su alrededor y le lanza señales luminosas. Todo ayuda a la reconstrucción emocional de Yvan, que en los peores momentos y paseando por la nieve miraba al azul del cielo y veía volar a los aviones, siguiendo su ruta, su corredor aéreo, sin desviarse ni un milímetro. Algo que las personas no tenemos que hacer porque nuestra ruta no es uniforme, podemos hacer cambios y giros para que la vida, incluso después de los 50, sea satisfactoria y agradable.

Étienne Davodeau, autor de obras tan notables como Los ignorantes, La mala gente o Lulú, mujer desnuda, vuelve a demostrar su habilidad para contar historias de personas que exteriorizan sus preocupaciones y sentimientos. Y para la ocasión cuenta con la ayuda de dos amigos también cincuentones, Christophe Hermenier, que colorea los dibujos, y Joub, que aporta numerosas fotografías de esos objetos, recuerdos, adornos y utensilios diversos que acumulamos a lo largo de toda la vida. Corredores aéreos, un cómic magnífico, para leer y pensar, publicado en castellano por Ediciones La Cúpula. No os lo perdáis.

Iñaki Calvo

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