Las oscuras claridades de Marcelo Luján

Marcelo Luján, es argentino, bonaerense para más señas, pero lleva viviendo una veintena de años en España. Aunque trabaja coordinando actividades culturales y dando clases en talleres de creación literaria, su trabajo le ha permitido publicar varios volúmenes de cuentos, tres novelas y dos libros de prosa poética. Su obra ha recibido muchos galardones, entre ellos en 2016 el premio Dashiell Hammett a la mejor novela negra en castellano, que concede la Semana Negra de Gijón, por Subsuelo. Hace unos meses fue galardonado con el Premio Ribera de Duero, el mayor galardón que se da a un volumen de cuentos escrito en castellano, precisamente por este libro de relatos La claridad, que reúne seis cuentos que hablan de los demonios interiores, de la maldad, del amor y la traición y que están protagonizados, en primer o segundo plano, por mujeres.

La claridad, título algo irónico porque la temática de los relatos es “bastante oscura”, reúne seis cuentos que bordean el género de terror. Son historias, duras, crueles, en las que se analiza la maldad humana, una maldad consciente o inconsciente. Porque en esos cuentos hay gente que hace el mal, bien porque es el diablo, bien porque es alguien malvado, o bien porque no le queda más que hacer el mal como manera de defenderse ante los ataques. En todo caso son cuentos de una ambigüedad moral interesante. Casi todos los cuentos están protagonizados por mujeres y el que no lo está tiene a la figura femenina en segunda plano pero con una gran fuerza. Y en todos ellos el autor juega a favor del lector, porque entiende que la calidad no debe estar reñida con, precisamente, la “claridad” del discurso y el mensaje.

El libro arranca con un cuento soberbio Treinta monedas de carne que se inicia con un enfrentamiento entre dos mujeres que termina de una manera terrible: la maldad como defensa. El volumen sigue con Una mala luna en la que la maldad es como una especie de reacción ante las injusticias de la vida. Luego llega Espléndida noche, que es un cuento claramente de género, del género de terror y diablo que te tienta y te castiga. Prosigue la cosa con El vínculo, que parece que entra en lo de la “posesión demoníaca” con gato incluido que simboliza… vaya usted a saber qué. Continúa con La chica de la banda de folk, que es una historia de fantasmas atormentados. Y termina el libro con un cuento, añadido al volumen con el que se consiguió el premio, Más oscuro que la luz, que es otra historia de fantasmas, pero de fantasmas amorosos. Todos los cuentos están unidos por un hilo sutil, porque en varios cuentos atisbamos a personajes de los otros, de tal manera que al final el volumen conforma un pequeño microcosmos. Por cierto muy divertido lo de las citas al comienzo de cada cuento: a una cita “potente” (del Apocalipsis, de los apóstoles, de los salmos…) le sigue otra “moderna” (de letras de canciones del rock).

Marcelo Luján ha escrito un volumen de cuentos que moderniza las historias fantásticas y de terror con una visión especialmente perturbadora y un lenguaje preciso, poético y aparentemente sencillo, pero que está muy, muy trabajado. Una obra maestra.

Enrique Martín

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