El comictario. El KO del boxeador homosexual Emile Griffith

El pasado mes de julio se cumplieron siete años de la muerte del Emile Griffith, campeón del mundo de boxeo en las categorías de peso wélter, superwélter y medio. Fue, sin duda, uno de los grandes boxeadores de la historia, pero soportó un enorme sufrimiento por su raza negra y, sobre todo, porque era homosexual. El dibujante alemán Reinhard Kleist, conocido por sus cómics biográficos sobre los cantantes Johnny Cash y Nick Cave, ha convertido en viñetas la vida de Emile Griffith, permitiéndonos descubrir el lado más íntimo de un hombre que triunfó en el cuadrilátero luchando contra sus rivales al igual que luchó durante décadas contra el odio y la homofobia, llevando una agotadora doble vida.

Griffith nació en las Islas Vírgenes, territorio estadounidense del Caribe y, siendo todavía muy joven, se trasladó a Nueva York a vivir con su padre. En la ciudad de los rascacielos encontró un empleo de mozo de almacén en una fábrica de sombreros, y allí demostró su habilidad para el diseño de modelos dirigidos a las mujeres. Pero Emile llamaba la atención no por sus diseños, sino por su gran físico, y su jefe le puso en contacto con un amigo entrenador para que se dedicara al boxeo. Aunque Emile Griffith no quería pelear ni hacer daño a nadie, desarrolló una gran carrera con varios campeonatos mundiales y una fecha fatídica.

El 24 de marzo de 1962, en el Madison Square Garden de Nueva York, Emile Griffith mató a golpes a su rival, el cubano Benny Paret, en el combate de revancha por el título mundial del peso wélter. Y no fue una muerte más en el ring, sino el resultado de un profundo dolor acumulado durante años. Antes del combate, durante el pesaje, Benny Paret le llamó “maricón“, y entre las doce cuerdas Emile Griffith soltó toda su rabia en forma de golpes mortíferos. Una historia trágica llevada al cómic por Reinhard Kleist con el expresivo título de Knock out!. En ella, un Emile Griffith envejecido, víctima de una brutal agresión por ser homosexual, le cuenta su vida al fantasma de Benny Paret.

Un diálogo largo y doloroso en el que el viejo boxeador confiesa que siguió peleando y yendo de fiesta en fiesta para olvidar aquel terrible combate, siempre bajo el pesado manto de su atormentada existencia. En su biografía, Emile Griffith hizo esta amarga reflexión: “Maté a un hombre y la mayoría lo entiende y me perdona. Sin embargo, amo a un hombre y esa misma gente lo considera un pecado imperdonable“. Reinhard Kleist resuelve con maestría este espléndido cómic, Knock out!, publicado en castellano por ECC Ediciones. No os lo perdáis.

Iñaki Calvo

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