El comictario. Dolores, la memoria histórica y Bruno Loth

Con Franco había más libertad”. “El actual gobierno es el peor de los últimos 80 años”. “No es un gobierno legítimo porque está formado por socialistas, comunistas, independentistas y filoetarras”. Este tipo de mensajes que llevamos meses escuchando son la demostración de la fuerza que están adquiriendo los nostálgicos del franquismo y de la fragilidad del sistema democrático en España 45 años después de la muerte del dictador. La ola de la extrema derecha y los populismos, en Europa y en América, está haciendo tambalearse conceptos básicos como democracia y libertad. Hay mucha gente que está creyendo esas mentiras destructivas y por eso es más necesario que nunca activar la memoria y recordar de dónde venimos, de golpes de estado, guerras terribles, horrendas dictaduras y sangrienta represión. Hay que leer, ver y escuchar los múltiples documentos que hablan de aquellos sucesos. Un amplio catálogo al que ahora se suma Dolores, un cómic del autor francés Bruno Loth cuyo eje central es Marie, una anciana que vive en Burdeos en una residencia de mayores.

Corre el año 2015, Marie empieza a tener síntomas de Alzheimer y, de vez en cuando, habla en español. En sus charlas con Benoit, un bondadoso cuidador, Marie afirma que su nombre real es Dolores. Esta revelación y otras más, como el miedo a las bombas fascistas que caían sobre Madrid, son recuerdos guardados en lo más profundo de la mente de Dolores que asombran a sus dos hijas y a su nieta, ignorantes por completo del pasado de su madre y abuela. Nathalie, una de las hijas de Dolores, emprende una investigación que le lleva a reconstruir la infancia perdida de su madre que, con solo siete años, vivió el asedio de Madrid y la marcha desesperada a Alicante, el último puerto donde civiles y soldados republicanos pudieron embarcarse para huir de las tropas franquistas. En la playa de Alicante, Dolores es atada a dos maletas que le sirven de flotador y se lanza al mar en compañía de su madre, que aguanta junto a ella hasta que le fallan las fuerzas y se hunde ante los espantados ojos de la niña. Dolores es rescatada por un pesquero, internada en un orfanato, se casa en Francia, tiene dos hijas, se separa y llega a la vejez sin que nadie sepa nada de su pasado y sin hablar una palabra de español.

Todo eso lo va averiguando Nathalie en un recorrido que le lleva a Montpellier, la ciudad donde estuvo el orfanato de su madre, a Madrid y a Alicante. En esos lugares contacta con supervivientes y estudiosos de la Guerra Civil que le cuentan sus historias. Hechos dolorosos que contrastan con la euforia que percibe Nathalie en España ese año 2015 por el surgimiento de Podemos, la nueva fuerza política que recuperó las esperanzas de los hijos y nietos de aquellos republicanos derrotados por Franco. Nathalie, la hija de Dolores, hace en este cómic el mismo viaje que hizo su autor, Bruno Loth, para documentarse. Una fórmula que repitió después con otra de sus obras, Guernica, la narración en viñetas del bombardeo que sufrió la Villa Foral en abril de 1937. Interesante y necesario este cómic, Dolores, con guión y dibujo de Bruno Loth, publicado en castellano por la editorial Ponent Mon. No os lo perdáis.

Iñaki Calvo

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