Ayllon, la dificultad de apostar por ser felices

Zoriontsuak izatea aukeratu genuen. Elegimos ser felices. Eso es lo que procuran hacer los protagonistas de esta colección de relatos firmada por Mikel Ayllon. Esa voluntad, articulada en esa frase, aparece literalmente en varios de los cuentos. En el primero, el que da título al libro, nos encontramos, por un lado, con Anja, que va a dejar su trabajo, su ciudad y su círculo social para trasladarse a la ciudad del chico del que se ha enamorado; y por otro, con Iker, un hombre que va al aeropuerto a buscar a una mujer con la que mantiene una relación. El segundo cuento Lanbroak ezkutatzen dizkidanean está protagonizado por Marco, que trabaja como farero en la inhabitada isla de Sila. La tercera historia se titula Rosalía, y nos habla de una mujer colombiana, noble y con baja autoestima, que deja su barrio popular y su pluriempleo para irse a vivir con un hombre de clase alta, hijo de la “cultura del pelotazo”. Institutuaren teoria nos habla de una médica que lleva una vida privada bastante triste que se decide escribir a un antiguo compañero de instituto; la protagonista de Hil arte bizi es una enferma terminal, educadora de perros, que quiere aprovechar los últimos meses de su vida; y …Eta ez normalak nos acerca a una madre que va a reencontrase con su hija y a un hombre que decide romper la relación que mantenía con una heroinómana e irse también de la ciudad, de París. Como decía, todos estos personajes, ya sea porque no están a gusto con la vida que se suponía que tenían que llevar, con sus condiciones económicas, con su cuerpo, con sus soledades o porque crean que deben aprovechar el tiempo, deciden apostar, -ya se verá con qué fortuna-, por ellos mismos.

El libro, en el que he subrayado varias frases muy potentes o muy bellas, me ha gustado porque a través de detalles y  de observaciones originales, el alavés consigue dotar a sus personajes de cierta profundidad psicológica o, como mínimo, de cierta entidad. Además, en varios relatos maneja con habilidad dos planos argumentales que se cruzarán en algún  momento, alumbrando el sentido final de la historia, completándola. Zoriontsuak izatea aukeratu genuen nos coloca muy cerca de los protagonistas, tanto que yo me he preguntado qué haría si estuviera en sus mismas situaciones, tanto que llegamos a sufrir por las decisiones que toman si vemos que no va a ir bien, porque –hay que decirlo- el libro no propone rupturas facilonas, decisiones pintorescas o desahogadas; hay en estas historias otra profundidad, y hay también desesperación.

Me ha llamado la atención el protagonismo de los perros, en varios relatos aparecen perros, y a los perros les dedica el autor un párrafo muy cariñoso; así mismo, el alfil es otra pieza que salta de un relato a otro.

En el año 2015, Ayllon publicó en Elkar Ez tiro egin anbulantziei, un proyecto con el que obtuvo la beca Igartza. Al leer este nuevo libro me ha parecido que la narrativa del laudioarra ha madurado mucho, y que une ahora claridad, intención y belleza.  Zoriontsuak izaten aukeratu genuen ha obtenido el Premio Ciudad de San Sebastián, pero es curioso lo de este escritor porque en estos últimos meses, en septiembre,  también ha obtenido el Premio Ramiro Pinilla. Tras la siembra, se ve, ha llegado esta estupenda cosecha.

Txani Rodríguez

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