El revolucionario debut de Ramón Saizarbitoria

El pasado año se cumplieron cincuenta desde la publicación de un libro que renovó la literatura en euskera, me refiero a Egunero hasten delako de Ramón Saizarbitoria. Con tal motivo, Erein reeditó la edición original de la novela, tal y como apareció en la mítica editorial Lur. Ahora por primera vez puede leerse en castellano este importante libro bajo el título Porque empieza cada día, con traducción a cargo de Eguía Careaga.

Esta nueva edición se abre con dos enriquecedores prólogos, uno firmado por Jon Juaristi y otro por el editor Iñaki Aldekoa, que contribuyen a situar la novela, tanto en la época como en la relevancia que tiene, realmente. Aldekoa señala que “marcó un hito, el comienzo de una nueva modernidad literaria”. “Nada parecido se había publicado antes de 1969 en las letras vascas”. Como recuerda Juaristi, la literatura vasca estaba a falta por entonces, no solo de una lengua normalizada, sino también de una tradición novelística. Aldekoa subraya que  en el compromiso que surgió con la lengua y con la cultura, fue la poesía la que despuntó, la novela, a excepción de las escritas por Txillardegi, era inexistente, con lo que Egunero hasten delako supuso una revolución, era una novela moderna que hablaba de los problemas que tenían las personas en aquellos momentos.

En concreto, esta novela nos habla de Gisèle, una joven estudiante de Filosofía que decide abortar. Así, la vemos llegar, sola, a la estación de ferrocarril de Durkheim. Allí en busca de un poco de conversación se encuentra también al protagonista que abre y cierra la novela, con su parloteo en primera persona. En adelante, como señala su editor, la novela irá combinando ambos planos: por un lado, la historia de Gisèle, sus relaciones universitarias y su peregrinaje de consulta en consulta, hasta que finalmente una clínica acepta su requerimiento para abortar; por otro, el del hombre solitario y parlanchín.

Cabría preguntarse cómo esta novela pudo pasar la censura porque el aborto era un tema muy delicado. Bien, pues parece que la respuesta es por azar; la novela debió de caer en las manos adecuadas, en las de alguien afecto al régimen pero también a las letras vascas;  en las manos de alguien que seguramente no llegó a leer el libro porque era difícil de imaginar que alguien fuera a escribir en euskera sobre un tema así. Sea como fuere, pasó la censura y Egunero hasten delako cambió y modernizó nuestra narrativa.

Txani Rodríguez

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *