Un auténtico acontecimiento. Esto es la edición en castellano de Kraut, la obra cumbre del dibujante holandés Peter Pontiac, inspirada por los maestros Will Eisner y Art Spiegelman, y que viene a cubrir un hueco realmente incomprensible, porque éste cómic se publicó hace ya 20 años. Gracias a la editorial riojana Fulgencio Pimentel podemos disfrutar ahora, dos décadas después, de una novela gráfica exuberante, poderosa, una historia familiar tejida a base de documentación, recuerdos dolorosos, reproches amargos y muchos intentos de comprender por qué ocurrieron las cosas. Peter Pontiac, gran exponente del cómic underground y uno de los pocos dibujantes holandeses conocidos a nivel internacional, hace un gran esfuerzo personal e intelectual para escribir una larga carta ilustrada a su padre, Joop Pollmann, desaparecido en 1978 en la playa de la bahía de Daaibooi, situada en la isla de Curazao, en las Antillas Holandesas.
Pontiac no tuvo una buena relación con su progenitor, pero su desaparición poco después de su divorcio le llevó a investigar la vida del hombre que fue su padre. 
Este tipo de “crónicas familiares” suelen conllevar muchas decepciones, porque está demostrado que lo que no conocemos de nuestros padres, tíos y abuelos esconde detrás algo negativo o vergonzante. Y, por supuesto, el caso del padre de Peter Pontiac no fue una excepción. Investigando todo tipo de documentos, desde los guardados en casa hasta archivos oficiales, Pontiac nos cuenta la niñez y juventud de un chaval nacido en la ciudad holandesa de Leiden, miembro de una familia originaria de Alemania y profundamente atraído por la ideología fascista como respuesta a un mundo caótico y para luchar contra el capitalismo salvaje y los bolcheviques. El autor descubre que su padre se afilió al partido nazi holandés e ingresó en las SS para trabajar como reportero de guerra. Desertó, se entregó a las autoridades holandesas y cumplió cuatro años de internamiento. Luego llegó el matrimonio, cinco hijos, el trabajo de periodista, las infidelidades y la afición al alcohol. Tras el divorcio, Joop Pollmann desapareció en enero de 1978, con 55 años de edad.
Kraut, palabra peyorativa para definir a un alemán, es el título de esta obra publicada hace dos décadas y cuyo autor, Peter Pontiac, falleció en 2015. En algunos momentos, Pontiac intenta disculpar a su padre, pero zanja la duda con ésta amarga reflexión: “Mi perdón sería una gota de agua en una plancha incandescente de culpa”. Ha pasado mucho tiempo, pero nunca es tarde para disfrutar con una auténtica obra maestra del cómic y de la literatura porque, no lo olvidemos, Kraut es sobre todo una larga carta dirigida a un padre muerto. Absolutamente imprescindible. No os la perdáis.
Iñaki Calvo
