Xuan Bello, entre Kafka y Dürrenmatt

La lengua asturiana lleva muchos años intentando ocupar el puesto que le corresponde, no solo en la sociedad, con un reconocimiento legal y una promoción que la salve del olvido, sino también en el mundo literario. Una de las personas que más ha contribuido a la visualización de su literatura es Xuan Bello, un asturiano nacido en 1965 y que es autor, entre otras obras maravillosas, de Historia universal de Paniceiros, Los cuarteles de la memoria y La nieve y otros complementos circunstanciales.

Historia universal de Paniceiros es una especie de obra fundacional de la literatura contemporánea asturiana. Algo así como nuestro Obabakoak de Bernardo Atxaga. En aquel libro el ensayista, poeta, agitador cultural y narrador Xuan Bello nos ofrecía una peculiar visión del mundo a través de las brumas y los recuerdos del valle de Tineo, en el oriente asturiano, allí donde nació el escritor, en la aldea de Paniceiros. Era un libro hermosísimo, repleto de ficciones, historias antropológicas, leyendas, recuerdos autobiográficos y poemas. En Los cuarteles de la memoria seguía un esquema parecido al de su anterior libro, mezcla de ficción y realidad, pero con una diferencia. En Paniceiros el autor nos enseñaba su entorno más cercano para entenderle a él y a su cultura. En Los cuarteles el autor se iba lejos, viajaba, nos enseñaba otras ciudades y pueblos, para que pudiéramos comprender su mundo personal y lo que le rodea. Desde este punto de vista los dos volúmenes eran complementarios. Más cercano, más simple y entrañable el primero; más introspectivo, más complejo e íntimo el segundo. Y luego está La nieve y otros complementos circunstanciales, un libro hermosísimo en el que se habla a la vez de lo cercano y lo lejano, de la aldea y la ciudad, del verano como patria, del pasado como país extranjero, de la vida como batalla perdida, de los cuentos escritos, de lo cascarrabias que nos volvemos cuando nos vamos haciendo mayores. Los tres volúmenes parten de las vivencias personales para crear un corpus literario único y muy elegante.

Crisis (La confesiòn xeneral en el original), publicado por Catedral, es algo muy diferente. Es una novela, pura y dura, una ficción. Estamos en 1992. Andrés Parrondo, un escritor del montón, llega a Braga contratado por una corporación para escribir la biografía de su fundador, el misterioso Antonio Lopes Okram, un portugués que tras morir su madre de niño fue adoptado por un ingeniero estadounidense, Joseph Okram, que se lo llevó a vivir a Estados Unidos, donde se convirtió en un magnate, en un multimillonario excéntrico que nos recuerda en algunos momentos al Ciudadano Kane de Orson Welles, encerrado en su mansión y manejando a distancia su imperio, que no está en descomposición, como en la película de Welles, sino todo lo contrario. Al llegar a Portugal, al escritor español le espera el Doctor Velho, hombre de confianza de Okram, encargado de facilitarle la documentación precisa para la biografía, que irá además comprobando como avanza el escrito. Todo es demasiado raro porque cuanto más se pega a los hechos conocidos, más le rechazan la biografía. Andrés llega a la conclusión entonces de que lo que se pretende de él es que fabule sobre los orígenes de Okram, que se invente una vida. Pero, ¿por qué este desatino? ¿Quién lee realmente lo que escribe? Además cuanto más avanza en la historia más extraña le parece, hasta el punto de que averigua que la madre de Okram fue una prostituta y que murió asesinada. Si a todo esto añadimos que nuestro hombre se encuentra en su propia encrucijada –ha sido abandonado por su mujer, que se ha enamorado de su mejor amigo- pues ya nos hacemos una idea del panorama caótico, desangelado, triste y raro en el que se ambienta la historia.

La novela es una mezcla entre una obra de Kafka y otra de Dürrenmatt. Todo es extraño, morboso, absurdo, misterioso… Hay demasiados secretos en el ambiente, y tal vez esa biografía oculta un sentimiento de venganza contra un pueblo y sus gentes. Hay que leer atentamente, porque la historia está repleta de sutilezas, de sugerencias, de relatos ocultos en el dobladillo de la Historia. No es el Xuan Bello que estamos acostumbrados a leer, es otro que explora nuevos caminos (aunque el libro se publicara originalmente en 2010) repletos de belleza, oscura, pero belleza al fin y al cabo.

Enrique Martín

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