Debes saber, lector o lectora, que en la década de los años setenta del pasado siglo diversas fuerzas se conjuraron en el país llamado Estados Unidos para convertir en viñetas las aventuras de Conan el Bárbaro, uno de los personajes creados por el escritor Robert E. Howard, prematuramente fallecido décadas atrás. Fue la mítica editorial Marvel, especializada en superhéroes vestidos con mallas, la que apostó por los cómics de Conan y, contrariamente a los recelos que despertó aquella decisión, el proyecto fue un completo éxito. Y lo fue porque Marvel consiguió reunir a un equipo creativo de auténtico lujo, encabezado por el guionista Roy Thomas y por el dibujante John Buscema. La suma de ambos dio como resultado un producto magnífico, el cómic por excelencia de ese subgénero literario conocido como Espada y Brujería.

En esas dos palabras se resume el universo de fantasía creado por Robert E. Howard, una supuesta Era Hyboria que ocupó el espacio de tiempo entre el hundimiento de la Atlántida y la aparición de las civilizaciones del mundo que hoy conocemos. Una era que varios estudiosos sitúan en torno a 10.000 años antes de Cristo, y en la que Conan el Bárbaro se convirtió en leyenda. Un hombre gigantesco con la fuerza de un toro y la agresividad de un tigre, poseedor de una inteligencia primigenia que le permite tomar decisiones rápidas en cualquier lugar y situación, ya sea un palacio o un campo de batalla. Un guerrero colosal, que se lanza contra el enemigo al grito de “¡Crom, cuenta los muertos!“, un hombre prácticamente sin miedo, aunque no puede evitar un escalofrío cuando se enfrenta a magos y hechizos. “Ladrón, saqueador y asesino, con grandes penas y alegrías, Conan pisó con sus sandalias los enjoyados tronos de la Tierra“, cuenta la leyenda, y llegó a ser Rey de Aquilonia, pero no sin antes correr un sinfín de aventuras. Esas aventuras son el ingrediente fundamental de los grandes cómics publicados originalmente en los años setenta y ochenta y que ahora están siendo reeditados con todo lujo de detalles.

La versión en castellano corre a cargo de la editorial Panini, y bajo el título de la legendaria revista La Espada Salvaje de Conan son ya siete los volúmenes publicados, el último de ellos con aventuras míticas como La sombra deslizante y El estanque del negro. Guiones de Roy Thomas, dibujos de John Buscema y entintado de los grandes artistas filipinos Alfredo Alcalá y Sonny Trinidad. Nueva traducción, nueva rotulación, volúmenes de doscientas páginas encuadernados en tapa dura y perfecta reproducción de las planchas originales en glorioso blanco y negro. Por cierto, que este 2021 se cumplen 50 años de la primera aparición de Conan en cómic, en la revista Relatos Salvajes. ¡Qué bárbaro, Conan el Bárbaro! ¡Por Crom! No os lo perdáis.

Iñaki Calvo