El comictario. La Tonta de Jaime Hernández

Hace ya cuarenta años. Fue en 1981 cuando tres hermanos de una familia de origen mexicano residente en California autopublicaron el primer número de Love & Rockets, un cómic que revolucionaría para siempre la historia del noveno arte. Los hermanos Hernández, Mario, Jaime y Beto, especialmente los dos últimos, prendieron la mecha de un artefacto que, cuatro décadas después, sigue estallando con la misma fuerza que el primer día. Estallido de luz, sombra, alegría, tristeza, risa, llanto, diálogos geniales, silencios maravillosos, cruda realidad y realismo mágico. Y a todo esto se añade el don del dibujo magistral, un privilegio en poder de Jaime Hernández que no deja de asombrarnos, año tras año, desde hace cuarenta años. Y al arma infalible del dibujo, Jaime Hernández suma la inagotable munición del argumento. De su mente prodigiosa ha surgido el universo de Locas, una inmensa novela-río, un magistral y gigantesco culebrón con dos personajes de cabecera, las increíbles Maggie y Hopey, y un microcosmos de actrices y actores secundarios que interpretan sus papeles al ritmo de espléndidos guiones. Historias en las que el tiempo pasa y las personas envejecen, algunas ya han muerto, y otras morirán, según ha confirmado el propio autor.

Pero hasta el final definitivo la vida continúa y se van sumando personajes. Es lo que ocurre en la nueva novela gráfica de Jaime Hernández, titulada Tonta, otro personaje fantástico, una adolescente regordeta y llena de vida cuyo nombre real es Anoush, que quiere decir “dulce” en armenio, la nacionalidad de su padre, y como a ella no le gusta prefiere que le llamen Tonta.  Nuestra protagonista forma parte de una familia, digamos, disfuncional. Su madre tiene un hijo y cuatro hijas de tres maridos distintos, y sobre ella recae la sospecha de haber ordenado el asesinato de dos de ellos. Los tres hijos mayores, que viven de forma independiente y cargan con sus propios problemas, unen fuerzas para que su madre se siente en el banquillo de los acusados. Con ese espeso ambiente familiar como telón de fondo, la maravillosa e inocente Tonta sigue viviendo su vida con la alegría y las decepciones de la adolescencia, conociendo a personajes como Gorgona, el espíritu del bosque, o la señorita Rivera, profesora de gimnasia que dedica tiempo a exhibiciones de lucha libre. Y hay más, muchos protagonistas más, y más pequeñas historias dentro del argumento principal. Un fascinante rompecabezas que va encajando pieza a pieza y que demuestra, otra vez, el genio de su creador.

Tonta, de Jaime Hernández, uno de los cómics imprescindibles de este año, publicado en castellano por ediciones La Cúpula. No os lo perdáis.

Iñaki Calvo

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