Javier Cercas, noveleando en negro sobre la corrupción

Y llegó el día en que Javier Cercas decidió dejar de responder preguntas sobre la autoficción, ese género literario donde el autor es parte del reparto de personajes. Y nada más eficaz para ello que dejar de escribirla. El autor de Soldados de Salamina, El emperador de las sombras y El impostor, libros en que aparece un tal Javier Cercas investigando las circunstancias de la trama, ha decidido pasarse a la ficción pura, aunque conserve un pequeño huequito para aparecer, aunque sea en segundo plano. El cambio se produjo con Terra alta, aquella novela con la que ganó el premio Planeta. En realidad aquella era una novela negra casi canónica que utilizaba, intercalados, cuatro de sus diez capítulos para contar la historia del protagonista, y los seis restantes para aclarar un delito: el asesinato de una pareja de empresarios. Una fórmula de manual en cualquier novela de género.

Y así nació Melchor Marín, un pequeño delincuente reciclado en policía que tuvo una participación decisiva en el enfrentamiento en Cambrils derivado del atentado en la Rambla de Barcelona, y que, con tal motivo, para evitar represalias, es destinado a una región apartada, con muy escasa población, perfecta para un tipo que, como buen investigador es un poco asocial, bastante violento, más o menos romántico, pero a diferencia de la mayoría de detectives no bebe, o solo lo hace en ocasiones, y aunque tiene un pasado tormentoso, el asesinato de su madre al que no ha podido dar solución, goza de una cierta calma de espíritu. Bueno, eso ocurría en Terra Alta, pero ahora acaba de aparecer Independencia, que es la nueva aventura de Melchor Marín, un charnego a quien uno de sus amigos llama españolazo, ya se sabe nadando y guardando la ropa, algo que el autor practica con entusiasmo, donde se ve metido en un asunto de mas altos vuelos, como es el solucionar el caso de un chantaje a la alcaldesa de Barcelona, no Ada Colau, sino la que le sustituye en el futuro, porque la acción se sitúa en el año 2025, lo que permite a Cercas hacer algunas especulaciones.

El autor, claro, no quiere repetirse y aquí los capítulos intercalados presentan unos diálogos en los que sabemos pronto que uno de los interlocutores es Marín, pero, de entrada, desconocemos la personalidad del otro. Conforme avance la acción lo vamos descubriendo. Bien, el núcleo es esa investigación en las altas esferas de la política y de los negocios, territorio muy apreciado por el autor y que le va a facilitar personajes y situaciones demostrativos de la corrupción institucional. Como parece haber descubierto un desusado amor por el dialogo, esta es, sin duda, su novela más hablada, Cercas utiliza a los personajes del entorno de la alcaldesa para que cuenten sus historias de ascenso en el mundo de la política e ilustran variados episodios de trapacerías económicas y políticas. No obstante lo de la “independencia” del título tiene trampa porque aunque es un asunto que asoma nunca ocupa un lugar destacado en la trama y en las conversaciones.

Cercas cumple como escritor profesional que es. Y como parece que ha encontrado un filón con el personaje, anuncia al menos cuatro novelas protagonizadas por él, se muestra entusiasmado con la idea. Quizá deberíamos esperar más de quien escribió Soldados de Salamina o la más personal Las leyes de la frontera, pero tal y como están las cosas se agradece que haya escritores que nos satisfagan aunque no nos deslumbren. Nos hemos acomodado, ya no esperamos milagros. Aunque es bien sabido que ocurren. Les informaremos cuando sucedan.

Félix Linares

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