Anjel Lertxundi, los creadores y el Poder

Anjel Lertxundi (Orio, 1948), escritor, periodista, ensayista, guionista y director de cine es una de las grandes referencias de la literatura euskaldun de los últimos cuarenta años. Uno de los más prestigiosos autores en lengua vasca que ha abordado la novela, el ensayo, la literatura infantil y juvenil y el relato autobiográfico. En su haber libros tan emblemáticos como Hamaseigarrenean aidanez, Otto Pette, Argizariaren egunak, Zu, Horma o  Zorion perfektua. Ha ganado dos veces el Premio de la Crítica español, el Euskadi de Literatura y el Premio Nacional de Ensayo español con Eskarmentuaren paperak (Vidas y otras dudas). Es un creador que se cuestiona su propio papel como creador y reflexiona sobre nuestra sociedad y sus agujeros negros.

Gilles de Rais, el título original en euskera, o Última función, el título en castellano, de su última novela, le da una vuelta al viejo conflicto que siempre genera la relación entre el creador y el poder. Estamos en el siglo XIX. En Euskal Herria, y en gran parte de España, se vuelve a vivir la enésima Guerra Carlista. Vincent es un actor y dramaturgo francés que vive en París ajeno a este conflicto bélico. Un día recibe a dos militares, vestidos como si fueran actores de opereta, que se presentan como oficiales carlistas. Su intención es contratarle para que le de una vuelta a la obra de teatro La Pucelle ou la France triomphant en la que se cuentan las relaciones entre Juana de Arco, el rey Carlos y el mariscal de Francia Gilles de Rais, que fue ejecutado por pederasta y asesino de niños. Donde pone Francia debería decir España, de dicen los carlistas, y donde Juana apoya a Carlos para ser rey francés, debería apoyar al otro Carlos, al pretendiente, para convertirse en rey español. El dramaturgo acepta, le pagan muy bien, y a Navarra se dirige para formar una compañía ded teatro entre los saldados y representar la obra allá por donde pasen para ganar adeptos –“es la propaganda, estúpido”- para la causa carlista.

Pero el tiempo pasa y Vincent teme haber vendido su alma al diablo, a ese diablo meapilas y castrador que lo único que quiere es acabar con las libertades y el librepensamiento. Curiosamente el único aliado que encontrará para redimirse será un cura de pueblo, ilustrado y bondadoso, hastiado de la causa ultraconservadora. Es entonces cuando el protagonista se hará la pregunta definitiva: “¿Vale más el oro que el arte que nace del corazón?” y tomará una decisión, interpretar al pérfido Gilles de Rais y modificar el sentido de la obra, que cambiará su vida y la de algunas personas que le rodean.

Anjel Lertxundi ha escrito, con su habitual sentido del lirismo y con su habitual habilidad en el trazado de los personajes, otra de esas impecables novelas de tesis. Estamos ante una reflexión profunda sobre el sentido del Arte y sobre como ese sentido se corrompe cuando el Arte se pone al servicio del Poder, porque es en ese momento cuando la creación se convierte en Propaganda. Porque el Arte solo es libre cuando se planta ante el Poder y lo critica, con los riesgos que eso supone, para que vuelva a la senda de la democracia y la humanidad. Novela breve, pero gran novela.

Enrique Martín

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