Este año se cumple el vigésimo aniversario de la publicación de Persépolis, un cómic que forma parte de la historia del noveno arte y de la cultura contemporánea, la obra maestra de la iraní Marjane Satrapi, hija única de una familia acomodada y progresista, ejemplo de una parte de la sociedad persa que apoyó la revolución para hacer caer la dictadura del Sha y se encontró con otra dictadura, en este caso la del islamismo radical y los ayatolás. Marjane Satrapi cuenta en viñetas su vida desde los diez hasta los veinticuatro años, y lo hace con un dibujo en apariencia simple, pero que con su duro trazo en riguroso blanco y negro ilustra a la perfección el oscuro proceso social y político de un país del que sabemos muy poco, una carencia occidental que se subsana con la lectura de este espléndido cómic.
Con el rigor del testigo directo y el dolor de alguien que sufre por su tierra, Satrapi narra el triunfo de la revolución, la esperanza de una sociedad que cree en la democracia y en la libertad y la ruptura brusca del sueño con la entrada en vigor de las leyes islámicas y la persecución implacable, tortura y muerte de los disidentes. La autora expone de forma magistral su pensamiento y su visión de lo que ocurre a su alrededor. La fe de sus padres en un futuro mejor, cómo siguen manteniendo sus ideales progresistas, y cómo se empeñan en que sea una mujer formada y libre. En medio de la terrible guerra que enfrentó a Irán e Irak, consiguen mandarle a estudiar a Viena.
Durante cuatro años vive en la capital austríaca y completa la educación secundaria. Una gran experiencia, aunque Marjane sufre el choque cultural y siente el rechazo al extranjero que empieza a mostrar la ultraderecha europea. Todavía inmadura, pero siempre rebelde, Marjane vuelve a Irán en 1.988. Allí pasará los siguientes seis años, marcados por la oscuridad del régimen islamista y la esquizofrenia de una juventud que iba cubierta de tela negra por la calle y luego en sus casas organizaba fiestas prohibidas con alcohol y música rock. Finalmente, tras terminar sus estudios de Bellas Artes y con el pleno apoyo de su familia, en 1994 Marjane abandona Irán de forma definitiva y se instala en Francia.
Allí se adentrará en el mundo del cómic y publicará Persépolis, premiada en Angoulême y otros festivales y que en 2003 fue reconocida también en Euskadi con el primer Premio de la Paz Fernando Buesa. Una obra única a cargo de la única mujer iraní profesional del cómic. Ahora, veinte años después, Persépolis vuelve a publicarse en castellano con nueva traducción, rotulación y formato a cargo del sello editorial Reservoir Books. Un testimonio fundamental, una obra maestra absolutamente imprescindible. No os la perdáis.
Iñaki Calvo