EFE – Los cinco presuntos integrantes de un grupo acusado de robar en una cincuentena de bancos y de matar a una cajera de Cambrils (Tarragona), que fueron detenidos en Portugalete, Bilbao, y Castro, pasaron ayer a disposición de un juzgado de Reus, donde se han acogido a su derecho a no declarar.
Según el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), los cinco detenidos han llegado poco antes de las diez de la mañana, en dos convoyes, al juzgado de instrucción número 2 de Reus para pasar a disposición judicial.
Una vez en la sede judicial, los cinco detenidos, entre los que se encuentra el presunto culpable de la muerte, en octubre pasado, de la cajera de una sucursal del Banco Santander en Cambrils, se han acogido a su derecho a no declarar.
Por ello, el titular del juzgado ha prorrogado su detención y hoy viernes volverán a pasar a disposición judicial para que el juez de Reus les comunique su situación personal y los cargos que se les imputan, según estas mismas fuentes.
Los cinco están acusado de asaltar unas cincuenta entidades bancarias desde 2005, a razón de una al mes, si bien pararon en seco su actividad tras matar a una cajera en Cambrils, en octubre de 2010. Fueron detenidos el pasado martes en Bilbao, Portugalete y castro, en una operación policial conjunta.
La organización actuaba sobre todo en la cornisa cantábrica y se le atribuyen desde el año 2005 unos cincuenta atracos a entidades bancarias, de los que unos 25 los efectuaron desde el año 2008, siguiendo siempre un mismo patrón, ya que los ladrones entraban en las entidades armados y disfrazados.
Sin embargo, tras la muerte de una cajera en una sucursal del Banco Santander de Cambrils, el 25 de octubre del pasado año, al recibir un tiro en el cuello, la red paró en seco su actividad y no había vuelto a delinquir.
De los dos atracadores que participaron en el asalto de la entidad de Cambrils, la operación policial conjunta permitió detener en Castro Urdiales (Cantabria) al supuesto autor material del disparo, conocido como “Bravo”, de 49 años.
Al hombre, que en las imágenes grabadas por la cámaras de seguridad de la sucursal aparecía con barba postiza y peluca, se le imputa el robo a 23 entidades -porque no todos los miembros de la red participaban en todos los asaltos- y un delito de homicidio.
Sin embargo, su acompañante aún no ha podido ser apresado, por lo que la operación policial sigue abierta.