El Juzgado de Menores número 1 de Bilbao ha condenado a ocho años de internamiento en un centro terapéutico al menor que mató a su madre y a su hermano el pasado 27 de junio en Portugalete.
Según la sentencia, fechada el 20 de diciembre y difundida hoy por la cadena SER, el entonces menor cometió dos delitos, uno de homicidio sobre la madre y otro de asesinato sobre el hermano, pero ambos bajo la influencia de una “esquizofrenia paranoide“.
Esta enfermedad, según la sentencia y como apuntaba la fiscalía, anuló en el momento de los hechos su capacidad de entender lo que hacía. Al día siguiente de los asesinatos el juez decretó el ingreso del joven en una unidad de psiquiatría de un hospital vizcaíno.
La sentencia recoge la petición de la fiscalía, que pidió la absolución apreciando una eximente total de responsabilidad, pero solicitaba una medida terapéutica de 8 años en un centro cerrado.
Tras su detención, el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Juan Calparsoro, ya explicó a EFE que la pena máxima a la que se podía enfrentar este joven era la de diez años en régimen cerrado y cinco años en libertad vigilada, con medidas de control educativo y social, ya que cuando se cometieron los homicidios era menor de edad.
El joven, que cumplió 18 años al día siguiente del suceso, fue detenido después de que se presentara voluntariamente en dependencias de la Policía Municipal de Sestao, localidad vecina de Portugalete, autoinculpándose del doble crimen.
Los cadáveres de su madre, de 58 años, y de su hermano, de 12, fueron localizados sobre las diez y media de la mañana del 27 de junio pasado con signos de hacer sido acuchillados en la vivienda familiar, localizada en la calle Federico García Lorca.
Fue el marido y padre de las víctimas el que dio el aviso a la Policía al no poder entrar en la vivienda cuando volvía de una revisión médica y comprobar que su mujer no respondía a sus llamadas telefónicas.
El joven dejó unas hojas manuscritas por él en las que detallaba su propósito de matar a todos los que vivían con él en la vivienda familiar, que además de su madre y su hermano menor, eran el padre y una hermana, quienes se encontraban fuera de casa cuando se cometió el doble crimen.
También fueron localizadas las armas con las que se cometieron los asesinatos, un cuchillo y una piqueta.