Portugalete

Portugalete tiene un icono famoso en el mundo entero: el Puente Bizkaia, más conocido como el Puente Colgante que une nuestra orilla con la de Las Arenas. Pero aunque disfrutemos de su imperiosa belleza día a día… ¿conocemos su historia? Nos hemos preguntado cuándo y por qué se construyó el Puente, quién lo diseñó, a ver si alguna vez ha sido destruido… Y además, hemos recopilado algunas curiosidades que seguro que desconoces 😉 ¿Qué te parece si lo descubrimos juntos?

Historia del Puente Colgante

Los orígenes del Puente se remontan a la recta final del siglo XIX y la construcción responde a la necesidad de unir las dos márgenes de la desembocadura del Nervión sin entorpecer la navegación.

El ingeniero Alberto de Palacio y el constructor Ferdinad Arnodin plantearon la construcción del Puente Vizcaya en 1888. El diseño propuesto cumplía con todas las exigencias necesarias: posibilitaría el traslado de pasaje y carga, no dificultaría la navegación, tendría un coste de construcción razonable y garantizaría un servicio regular.

El 12 de febrero de 1890 se concedió el permiso y en menos de tres meses, con el equipo formado y el proyecto a punto, comenzaron las obras el 10 de abril de 1890 en la margen de Portugalete.

Las obras se prolongaron a lo largo de tres años y una vez finalizado, se realizó la prueba definitiva. ¿Sería el puente colgante capaz de cumplir con su objetivo? Para probarlo la barquilla fue cargada con 26 toneladas que, junto a su peso, sumaban 40 toneladas (cuatro veces el peso normal de la carga máxima de funcionamiento) y en estas condiciones se efectuaron varios viajes a diferentes velocidades para comprobar el comportamiento de la nueva construcción. Fue un éxito.

Sus 400.000 remaches sobre piezas de acero y sus 4 torres de 51 metros de altura –dos en cada margen– resistían los golpes del viento, ayudadas por 8 cables metálicos, así que, el 28 de julio de 1893 se inauguró oficialmente el Puente Colgante, el primer puente colgante transbordador de todo el planeta. La inauguración generó una gran expectación en el municipio y la barquilla de transporte llevó gente durante todo el día tras la misa celebrada a bordo para bendecir la obra.

Al estallar la Guerra Civil, el puente fue alcanzado por varios bombardeos aunque sin sufrir daños fatales. Pero, en junio de 1937 y ante la inminente llegada de las tropas nacionales, el Batallón de Ingenieros del Ejercito del Norte recibió orden de destruir todos los medios que permitiesen cruzar el Nervión, con el objetivo de dificultar el avance de las tropas de Franco. Por ello, en la madrugada del 17 de junio una gran explosión destruyó el Puente Colgante, cuyo travesaño se precipitó a las aguas de la Ría.

Pocos días después comenzaron los trabajos de dragado de la Ría para permitir la navegación hasta los Altos Hornos de Vizcaya en Sestao y demás industrias situadas en las márgenes del Nervión. Pero la reconstrucción tuvo que esperar dos años más hasta que el 5 de Agosto de 1939 se aprobó el proyecto de reconstrucción del Puente Colgante.

El ingeniero de caminos Don Juan José Aracil se encargó del proyecto e incorporó algunos cambios sobre el original: destacaron el sistema de suspensión, el tablero y vigas transversales y el carretón superior. Por fin, el 19 de junio de 1941, algo menos de dos años después del comienzo de la reconstrucción, se reinauguró el servicio. Desde entonces sigue en pie y se impone grandiosa sobre la ría ostentando desde el 23 de marzo de 2007, el título de Patrimonio Mundial.

Curiosidades del Puente Colgante

– El Puente Colgante fue el primer puente transbordador de estructura metálica construido en el mundo.

– Su construcción es el resultado de la fusión de dos innovaciones tecnológicas: la moderna ingeniería de puentes colgados de cables, desarrollada a mediados del siglo XIX, y la técnica de grandes vehículos mecánicos accionados con máquinas de vapor.

– El Puente Colgante es uno de los grandes monumentos de la Revolución Industrial y a la vez, uno de los pocos supervivientes representativos de aquella era.

– El Puente Colgante nació como fruto de una iniciativa privada para atender a la demanda del medio millón de pasajeros que entonces cruzaban la Ría cada año en barcos de remos. Hoy sigue siendo una empresa privada, pero con más de trescientos viajes de transbordo diario y alcanza una media anual de cuatro millones de peatones y medio millón de vehículos transportados.

– En la primera Junta de Accionistas que se celebró, el ingeniero Alberto de Palacio transmitió su entusiasmo, planteando varios proyectos complementarios que fueron recibidos con unánime e ilusionado consenso. Entre ellos se encontraba la habilitación de la pasarela central para permitir el transito peatonal, así como la puesta en servicio de ascensores con vistas panorámicas privilegiadas. Más de un siglo después, la sociedad El Transbordador de Vizcaya, actual concesionaria, convertió en realidad algunos de aquellos viejos sueños incumplidos.

– La barquilla original estaba construida con tablones, disponiendo de refuerzos de chapa en los anclajes a los cables de suspensión.

– Era una época de marcadas diferencias sociales y el puente no pudo ser ajeno a ello; disponía de dos clases de pasaje en la barquilla, separadas por una red. Los pasajeros de primera disfrutaban de tres filas de bancos cubiertos, situados a ambos lados de la barquilla, mientras que los de segunda debían compartir la parte central descubierta con carruajes, mercancías y ganado.