Agentes de la Ertzaintza detuvieron el pasado viernes a un camarero de 32 años de edad que presuntamente traficaba con hachís en un local de hostelería, informó ayer la policía vasca.
La vigilancia se inició a principios de año, cuando se sospechó que en un bar situado en la zona de San Roque se estarían vendiendo sustancias estupefacientes.
La vigilancia confirmó que los dos camareros del establecimiento, un hombre y una mujer, traficaban principalmente con hachís. Además, una vez identificado el individuo, los agentes constataron que éste contaba con antecedentes policiales por hechos similares.
Durante varios días se pudo establecer que parte de los clientes accedían al interior del local, abandonándolo rápidamente después de contactar con los camareros, sin llegar a tomar consumición alguna.
Por fin, hacia las doce y media de la mañana del pasado viernes día 14, se llevó a cabo un registro en el bar, encontrándose allí los dos presuntos implicados.
Los ertzainas localizaron en el interior de un cajón un trozo de hachís, una báscula de precisión y un cuchillo con restos de la misma sustancia.
En los servicios también fueron hallados otros 28 trozos de hachís ocultos tras la jamba de una puerta, con un peso total de alrededor de ciento treinta gramos y otra cantidad escondida en un lavabo. Ante tales evidencias el varón fue detenido y la mujer imputada por tráfico de drogas.
Ya por la tarde, con la autorización judicial y la participación de la Unidad Canina de la Ertzaintza, se practicó un registro de la vivienda del arrestado situada en Sestao.
En el mismo fueron encontrados otros 95 gramos de hachís encima de dos armarios, dos balanzas digitales y algo más de dos mil seiscientos euros, presumiblemente obtenidos de la venta de las drogas.