Lo he escuchado en Gaztea, en el programa madrugador “dida!“, donde el buen rollo deja exclusivas curiosas, contadas por la periodista Karmele Izaguirre.
Al parecer, el hijo de Isabel Pantoja, conocido por todos por ser más bien un juerguista y amigo de la noche y de las chicas, acabó con la paciencia de sus vecinos. Los hechos hay que situarlos en Fuengirola (Málaga), donde la cantante tenÃa (o tiene) un apartamento al que le daba uso y disfrute (y del bueno) su hijo del alma.

PaquirrÃn, con una de sus conquistas.
Las fiestas debÃan ser constantes y bastante moviditas -de esas que comentas con tus amigos durante 3 meses-, tanto que el ‘santo’ de PaquirrÃn, al que hay que llamarle Kiko Rivera porque ya es adulto (se supone que maduro también), llevaba a todas sus amigas, y después de bailar y ‘bailar’, y no parar de mover el esqueleto, tiraba los preservativos por la ventana de casa, y desde bien joven además. Un portento prematuro, o no tanto, según su exnovia Noelia.
Total, que el patio de aquella su comunidad parecÃa un ‘txikipark’ después de una fiesta con globos, y los vecinos acabaron hasta el gorro de los gorros que no hace falta explicar qué tapan.
Un partidazo el niño, y limpio… ¡limpÃsimo!