Se pone a cocer el vino con el azúcar, la canela y la corteza de limón. Mientras, se pelan las manzanas y se tapan con un paño para que no se oxiden.
Cuando el vino que está cociendo ha reducido una tercera parte, se retira del fuego y se cuela para que esté limpio de restos de canela y limón.
Se añaden las manzanas troceadas y sin corazón y se ponen a cocer hasta que casi se deshagan. Se retiran del fuego y se pasan por el pasapurés (no batidora), obteniendo una crema espesa. Se pone la crema en un taper y se mete en el congelador durante una hora y media aproximadamente.
Cada media hora se saca la crema y se remueve un poco con el fin de que no se hagan cristales de hielo.
A la hora de servir, se pone el sorbete en copa adornado con nata montada y un poco de canela en polvo.
El secreto de que quede sin trocitos de hielo es precisamente que no se nos olvide remover la crema.
- 1 botella de vino Rioja (3/4)
- 4 manzanas dulces
- 4 cucharadas de azúcar
- 1/2 palo de canela
- 1/2 corteza de limón
- Nata montada