Una vez que la liebre esté desollada y desangrada, se pone a macerar con sal y ajos en una cazuela durante 24 horas más o menos. Después, se lava la liebre y se le quita la tela que la cubre. Se trocea, se secan los trozos bien con un trapo, se pasan por harina habiéndolos salpimentado antes y se frÃen. Una vez dorados, se sacan a una fuente con papel absorbente para que escurran.
En el aceite de freir, se ponen la cebolla picada, el perejil, 4 dientes de ajo y el hÃgado de la liebre. Se rehoga bien, se añade agua y deja cocer durante 15 minutos. Transcurridos los 15 minutos, se tritura todo con la batidora y luego se pasa por el chino.
Una vez hecha la salsa, se junta con los trozos de liebre, se cubre todo de agua y se deja cocer a fuego lento durante 45 minutos por lo menos, siempre comprobando su punto y moviendo las tajadas para que no se peguen. A media cocción se echa una copa de coñac y se comprueba el punto de sal de la salsa.
- 1 liebre
- 8 dientes de ajo
- 1 cebolla
- 1 copa de coñac
- 10 cucharadas de aceite
- Perejil, sal, harina y pimienta negra