Se pide en la carnicería que el solomillo se corte por la mitad, a lo largo.

En una tabla se golpea el solomillo para que quede todo del mismo grosor.

Se hace una salmuera bien mezclada con el agua y sal.

Se unta el solomillo con dos cucharadas de aceite por los dos lados. Se pone en la placa del horno (precalentado a 180º) y se riega el solomillo con la mitad de la salmuera. Transcurridos cinco minutos se vuelve a regar con salmuera. Se deja hacer durante diez minutos en total.

En una sartén se fríen lentamente la naranja y el limón, cortados en rodajas muy finas, durante tres minutos, con dos cucharadas de aceite, a fuego lento.

Se saca el solomillo y se ponen las rodajas de naranja y limón encima.

Se termina echando un refrito de ajos por encima con las dos cucharadas de aceite restantes.

Se sirve cortando el solomillo en tacos gordos.

• 800 g. de solomillo
• 6 cucharadas de aceite
• 2 dientes de ajo
• 1 vaso de agua
• 2 cucharadas de sal gorda
• 1 naranja
• 1 limón