En un cazo se pone la cobertura troceada junto con el agua al baño maría. Sin remover se deja que se funda lentamente. Cuando se vea que está fundido, se echa la nata y la mantequilla que estará blanda.

Se deja que se funda la mantequilla dentro de la cobertura y se retira: del baño maría. Se trabaja bien la mezcla con una pala de madera y se añade el coñac y el azúcar glas, de manera que quede una masa compacta.

A continuación, se mete al frigorífico hasta que se quede la masa consistente para poder moldear. Ayudados de dos cucharillas, se van haciendo las trufas y se rebozan con cacao en polvo.

Cuando se tienen ya con el cacao es más fácil darles forma redonda porque ya no se pegan los dedos. Se pueden envolver en papel celofán o bien en cápsulas de papel ondulado.

• 300 g. de cobertura de chocolate
• 5 cucharadas de agua
• 60 g. de mantequilla
• 80 g. de nata fresca
• 60 g. de azúcar glas
• 1 copa de coñac
• 60 g. de cacao en polvo