Se pelan las cebollas y se cortan por la mitad y en medios aros.
En un cuenco grande se ponen las cebollas junto con el azúcar y el zumo de limón. Se cubren con un papel film y se deja en el frigorÃfico durante veinticuatro horas.
En un cazo se ponen dos dedos de agua a calentar y se añaden las cebollas con todo el jugo que hayan soltado. Se les va dando vueltas a fuego bajo hasta obtener una crema densa y algo tostada.
- 600 g. de cebollas rojas
- 400 g. de azúcar
- ½ limón (zumo)
- Agua