Galletas para decorar

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Las galletas decoradas son un mundo aparte dentro de la repostería. Junto con los cup-cakes y las tartas fondant hacen furor  en muchos blogs, existen verdaderas artistas decorando de mil maneras diferentes las masas de galletas  y además, con resultados realmente sorprendentes.En nuestras pastelerías empiezan a verse tímidamente alguna cosita, pero nada que ver con lo que tenemos por la red.

Particularmente, prefiero otro tipo de pastas o galletas, me parece que las galletas decoradas con glasa o fondant quedan demasiado dulces y encuentro que otro tipo de pastitas, tipo las de té, de manteca, con frutos secos… van más a tono con mis gustos. Eso sí, hay que reconocer que estas galletas decoradas son vistosas, impresionan cuando las ves y además como detalle para bodas, bautizos, navidades… quedan fenomenal.

He probado diferentes masas en mis tímidos flicteos con este tipo de galletas y por sus características, facilidad a la hora de moldear, comportamiento ante el horneado, su sabor, etc.me quedo con esta masa para elaborar galletas decoradas con glasa.

GALLETAS PARA DECORAR

INGREDIENTES:

· 650 gr. de harina común

· 250 gr. de mantequilla a punto pomada

· 250 gr. de azúcar glas

· 1 huevo XL

· 1 chorrito de leche ( 3 ó 4 cucharadas)

· aroma al gusto, vainilla, limón…

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ELABORACIÓN:

Para elaborar estas galletas, primeramente, batiremos bien la mantequilla con unas varillas eléctricas o robot adecuado para ello (tipo Kitchen Aid). Pasados unos minutos, cuando tengamos la mantequilla bien suave, añadimos el azúcar glas de cucharada en cucharada y continuamos batiendo hasta que obtengamos una crema esponjosa y esté el azúcar perfectamente integrado en la mantequilla.

Seguidamente, añadimos el huevo (ligeramente batido), no dejamos de batir, batimos hasta que lograr una crema homogénea. Es el momento de añadir el aroma que hayamos elegido, bien vainilla, limón, almendra…

Añadimos la harina (previamente tamizada), la echamos de golpe y mezclamos rápidamente con un tenedor o rasqueta de pastelería, NO AMASANDO, si no mezclando la harina dentro de la crema, una vez que tenemos humedecida toda la harina, tendremos una especie de masa seca y grumosa, en este punto añadimos la leche de cucharada en cucharada (para no pasarnos y que se nos quede una masa demasiado húmeda), dependerá un poco del tipo de harina utilizada (unas absorben más líquido que otras), del tamaño del huevo, etc…

***en mi caso, he necesitado 3 cucharadas de leche

Unimos la masa con las manos, friccionando y presionando con las palmas de la mano hasta lograr una bola de masa homogénea, suave. (esta operación es rápida, no debemos tardar demasiado tiempo para no calentar la masa y para que no coja correa).

Una vez que tenemos la masa lista, la dividimos en 4 porciones. Estiramos cada parte entre 2 plásticos film, con el rodillo, dejándola de un grosor de unos 6 mm. (la dejamos ya lista para cortar). Llevamos a la nevera a enfriar (mínimo un par de horas, aunque es conveniente dejarlo de un día para otro).

En este punto, tenemos la masa fría y preparada para darle forma con los cortadores elegidos.

Cuando sacamos la masa de la nevera, colocamos 1 porción sobre la encimera de la cocina y le damos un estirado leve con el rodillo (mejor utilizar un rodillo con aros que nos dejan la masa del mismo grosor), cortamos las galletas y colocamos sobre bandejas de horno que previamente habremos cubierto con un silpat o papel de hornear.

Metemos la bandeja con las galletas cortadas en la nevera durante 15 minutos mínimo, para que vuelvan a enfriarse un poco (este paso es conveniente hacerlo, ya que ayuda a que las galletas mantengan la forma durante el horneado y no se deformen).

Una vez frías, procederemos al horneado de las galletas, para ello, es importante precalentar el horno a 180º, metemos una bandeja de galletas en la rejilla central del horno y bajamos la temperatura a 175º, en mi caso, con calor abajo-turbo. Las dejamos durante 10 minutos aproximadamente, aunque tendremos que vigilarlas ya que dependerá un poco del tamaño, del grosor y del calor del horno para que necesiten más o menos tiempo. El momento de sacarlas es cuando comienzan a coger un leve color dorado por las esquinas, pueden ser 10 ó 12 minutos.

***es importante estar bien atentos durante el horneado, ya que si nos pasamos con el tiempo, nos saldrán unas galletas duras; una vez que comienzan a dorarse por las esquinas, se sacan, aunque parezca que están todavía blandas. (se endurecen una vez que se enfrían).

Sacamos la bandeja del horno, dejamos reposar un par de minutos y colocamos sobre rejillas de pastelería para que terminen de enfriarse.

Procederemos igual con el resto de la masa, realizando tantas tandas de galletas como sea necesario hasta terminar con la masa.

Con los recortes de masa que nos vayan sobrando, se unen otra vez, se estiran y se siguen formando galletas.

***las galletas resultantes, mantienen perfectamente la forma, por lo que son totalmente recomendables para decorar.

***el mismo día de horneado parece que nos han quedado duras, pero a partir del día siguiente, adquieren la textura ideal para comer.

***se deben conservar en latas herméticamente cerradas, (a mí me gusta separar las capas de galletas con papel de cocina, y poner un trozo de miga de pan en cada lata, para que absorba la humedad). Se conservan en perfectas condiciones unos 10 días, sin alterar textura ni sabor.

***se pueden congelar una vez horneadas, aguantan unos dos meses. También se puede congelar la masa sin hornear.

***todos los ingredientes deberán estar a temperatura ambiente.

***receta tomada del blog “el rincón de Bea”, donde podéis encontrar un tutorial sobre la elaboración de la masa muy completo y clarificador.

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