Pan de suero de leche y semillas (panificadora)

Como os conté en el post anterior (queso fresco casero), al suero de la leche que nos sobra (al transformar la leche en queso), podemos darle varios usos. Uno de ellos, es elaborar un pan delicioso, lleno de sabor, natural a no poder más y que nos arregla de una manera maravillosa las tostadas para el desayuno o la merienda.

PAN CON SUERO DE LECHE Y SEMILLAS (en panificadora)

INGREDIENTES:

  • 250 ml. de suero de leche
  • 120 ml. de agua
  • 25 gr. de mantequilla
  • 250 gr. de harina de fuerza
  • 80 gr. de harina de espelta integral
  • 120 gr. de harina de trigo integral ecológico
  • 80 gr. de preparado de pan de semillas de girasol (de venta en Lidl)
  • 40 gr. de harina de centeno integral
  • 12,5 gr. de levadura fresca de panadería (1/2 taco)
  • 5 gr. de sal
  • Semillas variadas (chía, sésamo, pipas girasol, lino…)

ELABORACIÓN:

                Echamos los ingredientes en la cubeta de la panificadora. Los echamos en el orden que están escritos en el apartado “ingredientes” y enchufamos la panificadora. Yo, tengo la panificadora del Lidl, ponemos el programa “integral”, (es el nº 3 en la pani del Lidl), Grado de tostado “alto” y peso 1250 gr.

En caso de querer quitar las palas antes de terminar el pan, lo hacemos cuando justo cuando hace el último desgasificado, antes de comenzar el último levado. En el caso de mi panificadora, es cuando en la pantalla marca 1:48 (tiempo restante). Nos ponemos un poco de harina en los dedos y sacamos las palas, dejando la masa dentro, tocándola lo menos posible. Cerramos la tapa de la panificadora y dejamos que continúe con su trabajo (último levado y horneado).

Cuando finaliza el programa del pan, pita la panificadora. Sacamos la cubeta de la panificadora y esperamos 5 minutos. Extraemos el pan de la cubeta y dejamos enfriar sobre una rejilla.

*** Lo que yo hago es, una vez que el pan está totalmente frío, lo cubro con un paño de cocina y lo dejo de un día para otro. Al día siguiente, corto todo el pan en rebanadas y lo meto en bolsas de congelar. Lo guardo en el congelador y voy sacando diariamente las rebanadas que voy a utilizar. Sin descongelar, las pongo en la tostadora y en un momento, tienes pan como recién horneado. Queda divinamente.

***Es conveniente rebanar el pan un día después de hacerlo, ya que si no, está demasiado tierno para poder hacerlo bien. Este pan, dura tierno varios días.

***Lo que yo hago normalmente, a la hora de poner los ingredientes, es poner un total de 560 gr. de harinas. De las cuales, siempre pongo una base mínima de 250 gr. de harina de fuerza y 150 gr. de preparados para pan con pipas de girasol (de venta en Lidl). O sea, 250 + 150 : 400 gr. El resto de harina hasta 560 gr. pongo harinas variadas, según me apetezca o disponga en ese momento. Siempre queda bien.